Lamentablemente me he resfriado, pero ya se ha solucionado el problema que tenía pendiente con el tema del estudio de psicología y la universidad, asunto con un final feliz, del que solo falta saber fecha de matrícula y ya. No todo puede ser tan malo. Resfriado, pero sin fiebre y aún con apetito.
No pude seguir la misa de entronización de Francisco, pero lo ví a las horas después y debo decir que en estos días he visto de manera sorprendente mayor cantidad de personas, llegando a superar la cantidad de quienes fueron a la beatificación de Juan Pablo II.
Mandatarios, príncipes, miembros de la realeza, herederos al trono, delegaciones, embajadores, todos ellos de los más variados países y confesiones religiosas presentaron sus respetos al Papa Francisco... pero él, antes de todo, saludó a la delegación de su patria, que se encontraba en un lugar privilegiado, empezando no por la presidenta Cristina Fernández o por alguna autoridad, sino por un cartonero. Dicha ocupación es muy frecuente en los sectores populares de Buenos Aires, que surgió como respuesta ante el desempleo y la crisis económica. Muchos de ellos son discriminados por su aspecto casi harapiento o por su situación de pobreza, pero su gran amigo y defensor es el Cardenal Bergoglio, quien no tiene reparos en compartir mate con ellos y su alegría es tal al saber que su amigo cardenal es ahora el Papa. Volviendo a Roma, muchos no sabían que hacía ese hombre de aspecto humilde al lado del Sucesor de Pedro, pero ambos lo saben y prefieren ignorar los comentarios mientras el hombre de la sotana blanca lo abraza y lo besa. Si tuviera que hacer una gran pintura de esta escena, el título que le daría a la obra sería un versículo del Evangelio de Lucas "Derribó a los poderosos y exaltó a los humildes".
Antes de la Eucaristía, se dió el tiempo de saludar a los peregrinos que agitaban pancartas y banderas de varios puntos del mundo en el papamóvil y sin barreras, como lo hizo Juan Pablo II en sus primeros años de pontificado, mientras el órgano cantaba solemnidad y alegría mientras los peregrinos y los seminaristas no paraban de sacar fotografías al Papa que besaba a los niños, hasta bajarse del papamóvil por unos momentos a besar a un paralítico que era sostenido por un familiar. Los hombres no paraban de gritar "Grazie, Santitá", las mújeres jóvenes cantaban a viva voz su nombre "Francesco, Francesco", los fotógrafos corrían hasta alcanzar una foto del Papa, pero todos aplaudían.
Miraba esta escena de varios minutos, pero de pronto tuve un miedo terrible. Una persona como el Papa Francisco, que no tiene malas intenciones y no busca nada para sí, que desea hacer limpieza a toda costa, personas bondadosas y desinteresadas siempre son blanco de muchos enemigos. Últimamente se ha hablado de calumnias con la dictadura y presunta misoginia, pero una bala perfectamente podría atravesar la tela de la sotana blanca, al estar expuesto de esa manera ante tanta gente, sin el blindaje del papamovil (aunque eso marcaría distanciamiento). Algo así sucedió con Juan Pablo II, del que afortunadamente se salvó del atentado pero la vida y la muerte se encontraron a tan solo unos milímetros, demasiado cerca, porque una mano hizo el disparo pero otra mano desvió la bala.
Una vez en el interior de la Basílica de San Pedro, luego el coro cantaba el "Tu es Petrus" de Palestrina (cantando el latín lo que dijo Cristo a Pedro "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré Mi Iglesia"), mientras el Papa ya revestido con sus ornamentos, oraba a solas ante la tumba de San Pedro bajo el Altar de la Confesión, el Colegio Cardenalicio ya estaba ataviado con sus casullas y sus mitras. Luego, cantando la letanía de los santos, la procesión de casullas y mitras, emprendían marcha solemne hasta la Plaza de San Pedro. Ya estando fuera, a Francisco le fueron entregados el Palio Arzobispal (banda de lana que cuelga del cuello, propia de la dignidad de los arzobispos) y el Anillo de Pescador, de las manos respectivas de Jean-Louis Tauran, el Cardenal Protodiácono francés que luchó contra un evidente Parkinson mientras anunciaba el Habemus Papam; y de Angelo Sodano, el Decano del Colegio Cardenalicio.
Hasta el Gloria de la "Misa del Papa Marcelo" de Palestrina lo canté, apenas escuché los primeros acordes del Gloria in excelsis Deo (recuerdo que el canal Mega usaba ese mismo tema para los comerciales de transmisión de la Misa de Pascua o de Navidad desde el Vaticano o cuando quería anunciar la programación especial de Semana Santa).
En lo personal, como acólito, me encanta la solemnidad en la liturgia, porque son las veces que veo una Iglesia tan hermosa, una Iglesia vestida de novia preparándose para el encuentro con el Esposo, aunque también me gusta una Iglesia de "tenida sobria y sin maquillaje" porque también es hermosa.
En el Evangelio, el texto fue de la huída de la Sagrada Familia a Egipto, porque Herodes buscaba al Niño para matarlo y como que esto me recuerda mucho al Papa, porque ambos tienen poco tiempo de vida y ya ni siquiera les dan unos minutos de paz y de respiro. El punto es que Francisco insistió de la custodia del Niño, misma custodia que debemos tener: "Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad y total, aun cuando no comprende" para con toda la Creación: los seres vivos, nuestro entorno, los ancianos, los niños, los más frágiles. Preocuparnos por todos, dedicar la misma preocupación por y a cada uno. Y para ser custodios de todos, Francisco llamó a las autoridades a "todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro... Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura". Personalmente me encantó aquello que dijo que el verdadero poder es el servicio a los demás, y es cierto: mientras más poder tienes, más responsabilidad tienes y por tanto, debes hacer un mayor servicio, y no cualquiera es capaz de servir con tanto amor y dedicación, llegando a sacrificar descanso y familia. Esto lo dedico especialmente a quienes he visto servir días y días, llegando a pasar rabia y con "malas pulgas" pero aún así, lo hacen por amor y por amor a Dios.
Y por lo visto, sé que con Francisco van a cambiar muchas cosas, y él ya está dando señales de ello. Mientras hablaba de reformas y cambios en la Iglesia con una amiga durante la Sede Vacante, ella me decía que veía dificil cambios en la Iglesia. Comenzó por romper protocolos y esquemas él mismo. Sabemos que hay cosas que tomarán años, pero hay cosas pequeñas y significativas que pueden cambiar y que son las que parten del corazón, y esa metanoia (conversión profunda y significativa que llega a cambiar de vida) es la que va marcando en la vida de la Iglesia y de cada persona de la humanidad. En Francisco todos vemos un hombre afectivo, cariñoso, amable, cercano, sencillo, jovial, etc., hasta personas de otras confesiones religiosas sienten cariño por quien fue Cardenal Arzobispo de Buenos Aires, lavando los pies de los pobres y de las madres solteras, y sin miedo de llamar hipócritas a sus propios sacerdotes por negarse a bautizar hijos por estar fuera del matrimonio.
Yo sé, siempre supe que otra Iglesia es posible...
Pablo crucificamos a Jesús! y hoy se vuelve a crucificar el Bien,y se sigue dudando y no se cree en el enviado de Dios. Este hombre tiene un corazón hermoso, un corazón de Dios noma!. A mi me hace acordar a esa parte del evangelio que dice, le tocaron la flauta y no bailaron, le cantamos cantos funebres y no llorarón, vino Juan Bautista que no comía y bebía y lo trataron de endemoniado, vino el Hijo de Dios Jesús,que comía y bebía y estos decían que era un glotón y borracho, ma encima amigo de publicanos y pecadores. Dios sabe como somos, aún así, sigue estando aquí por cada uno de nosotros...Ojala y tengamos siempre la fuerza y valentía pa estar como Juan al lado de su cruz...Bueno hoy acompañamos al papa, quizás que vendrá ma adelante...
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