Hace más de 200 años ocurrió la siguiente conversación:
Napoleón Bonaparte: Voy a destruir su Iglesia (muy de seguro de sí mismo, pues había mandado arrestar y mandar al exilio al Papa Pío VI hasta la muerte, con el aviso de "Último Papa").
Cardenal Consalvi: No, no podrá (con tranquilidad).
Napoleón Bonaparte: ¡Voy a destruir su Iglesia! (alzando la voz)
Cardenal Consalvi: No señor, no pierda su tiempo en tratar de destruir a la Iglesia. Lo hemos intentado nosotros desde adentro, y no hemos podido conseguirlo.
Si los malos Papas, si los sacerdotes infieles, si Fernando Karadima, si sacerdotes con dudosas declaraciones, si las supuestas acusaciones, si los mayordomos traidores o infiltrados, si la traición de Judas Iscariote y de Urbain Grandier, si los cismáticos, si la incompetencia de Bernard Law en manejar el problema de los sacerdotes abusadores, si nuestros pecados y los miles de pecadores en toda la historia de la Iglesia no han tenido éxito en destruirla desde su interior -le diría implícitamente al general y futuro emperador si esta conversación ocurriera en el siglo XXI- ¿Cómo cree que Ud. va a poder hacerlo?
Pero mientras que todos nosotros quizá tengamos que padecer tales burlas, insultos y falsedades por causa de Cristo, tal vez caemos en el desanimo y necesitamos que nos "levanten la moral" (especialmente cuando un obispo está siendo investigado por presunto abuso en nuestro país, del que aún no se sabe si es inocente o culpable), de hecho debemos regocijarnos. Es un tiempo fantástico para ser cristianos hoy, porque es un tiempo en el que Dios realmente necesita de nosotros para mostrar Su verdadero rostro. Sí, nosotros no somos más que el Maestro. Es dificil, nadie dijo que ser cristiano es fácil. Cristo ya había dicho que "Si a Mí me han perseguido, les aseguro que a ustedes también los perseguirán" y San Agustín ha afirmado que "Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad".
Cristo nunca permitirá que Su Iglesia fracase. El prometió que las puertas del infierno no prevalecerían sobre Su Iglesia, que la barca de Pedro, la Iglesia que navega en el tiempo hacia su puerto eterno en el cielo, nunca se volcará, no porque aquellos que van en ella no cometan todos los pecados posibles para hundirla, sino porque Cristo, que también está en la barca, nunca permitirá que esto suceda. Cristo sigue en la barca y Él nunca la abandonará.
Napoleón Bonaparte: Voy a destruir su Iglesia (muy de seguro de sí mismo, pues había mandado arrestar y mandar al exilio al Papa Pío VI hasta la muerte, con el aviso de "Último Papa").
Cardenal Consalvi: No, no podrá (con tranquilidad).
Napoleón Bonaparte: ¡Voy a destruir su Iglesia! (alzando la voz)
Cardenal Consalvi: No señor, no pierda su tiempo en tratar de destruir a la Iglesia. Lo hemos intentado nosotros desde adentro, y no hemos podido conseguirlo.
Si los malos Papas, si los sacerdotes infieles, si Fernando Karadima, si sacerdotes con dudosas declaraciones, si las supuestas acusaciones, si los mayordomos traidores o infiltrados, si la traición de Judas Iscariote y de Urbain Grandier, si los cismáticos, si la incompetencia de Bernard Law en manejar el problema de los sacerdotes abusadores, si nuestros pecados y los miles de pecadores en toda la historia de la Iglesia no han tenido éxito en destruirla desde su interior -le diría implícitamente al general y futuro emperador si esta conversación ocurriera en el siglo XXI- ¿Cómo cree que Ud. va a poder hacerlo?
Pero mientras que todos nosotros quizá tengamos que padecer tales burlas, insultos y falsedades por causa de Cristo, tal vez caemos en el desanimo y necesitamos que nos "levanten la moral" (especialmente cuando un obispo está siendo investigado por presunto abuso en nuestro país, del que aún no se sabe si es inocente o culpable), de hecho debemos regocijarnos. Es un tiempo fantástico para ser cristianos hoy, porque es un tiempo en el que Dios realmente necesita de nosotros para mostrar Su verdadero rostro. Sí, nosotros no somos más que el Maestro. Es dificil, nadie dijo que ser cristiano es fácil. Cristo ya había dicho que "Si a Mí me han perseguido, les aseguro que a ustedes también los perseguirán" y San Agustín ha afirmado que "Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad".
Cristo nunca permitirá que Su Iglesia fracase. El prometió que las puertas del infierno no prevalecerían sobre Su Iglesia, que la barca de Pedro, la Iglesia que navega en el tiempo hacia su puerto eterno en el cielo, nunca se volcará, no porque aquellos que van en ella no cometan todos los pecados posibles para hundirla, sino porque Cristo, que también está en la barca, nunca permitirá que esto suceda. Cristo sigue en la barca y Él nunca la abandonará.
"¿Quién nos separará del amor de Cristo?" (San Pablo).
Excelente muchas gracias, hoy en día creer en Cristo, es símbolo de división comenzado en nuestra propia familia. Gracias por tu aporte. Dios te guarde. Y ojala que las personas comprendan que más allá de cualquier persona católica (laico, obispo, sacerdote, papa) que puede fallar y el mundo como una cosa hambrienta que se alimenta del escándalo, pero que en esas personas tan imperfectas Dios el verdadero humilde se hace presente y nos habla, un católico sigue al Parroco de la Iglesia "Jesús Cristo" él es SIEMPRE FIEL. Viva Cristo Rey.
ResponderEliminarGracias, de verdad que el articulo me dio consuelo, he tenido conflictos en la familia por diferentes creencias de tipo "chamanes", "energia prehispanica", opiniones en el trabajo, en la relaciones de noviazgo que se rompen por el tema de la Fe (una chica Kabbalista, otra católica pero enfocada al esoterismo de los ángeles, chamanes, Reiky), pero doy gracias a Dios por que me rescato y me dio a conocer la Fe Católica, y estoy convencido que estoy en el camino correcto!!! que me da Amor, Paz, Alegría, Sabudiría, Fuerza, Sentido a mi vida y que ahora veo todo diferente. Gracias por tu aporte!!!!!!!!!!!!!
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