Como era de esperar, ayer fue la Vigilia Pascual. Y nuevamente vencí el "lodo que no era lodo" en las calles, aunque el camino había mejorado un poco, ya que los militares estaban trabajando con pala en mano. Nunca supe que había un mal olor, pues con mascarilla no sentí nada.
Y en la celebración de la Vigilia de Pascua extrañé la oscuridad del templo, pues comenzamos a las 6 de la tarde debido al toque de queda, pues originalmente comenzaría a las 10 de la noche y nos desocuparíamos 90 minutos después. Pero no importaba, pues con esta tragedia nos quedamos a oscuras con nuestro miedo y dolor. Cristo Resucitado y Glorioso hecho Cirio Pascual, disipó nuestras oscuridades para decirnos que nada ni nadie, ni siquiera el barro o los excrementos nos quitarían la alegría de la eternidad. No nos hundiremos en el agua como Pedro, y tampoco en el barro maloliente, pues Él estará ahí.
El momento en que Cristo resplandeciente lleno de hermosura y gloria ha resucitado, Él tomó a la rastrera Muerte de las greñas y restregó su rostro con el polvo del suelo, para que dejemos de sufrir en este valle de lágrimas y no seguir gimiendo y llorando. Con enorme alegría, agregamos mucho incienso blanco hasta el ahogo con ese aromático y "adictivo" olor a solemnidad y alegría (faltó solo el órgano, pero no importa), además de tocar las campanas de contento. Impacientemente aguardaba llenar la Catedral de humo, pues no tengo otra forma de expresar mi alegría. Tampoco faltaron las flores (naturales por supuesto), para llenar de vida y alegría, para mí es infaltable. Los arreglos florales estaban hermosos, dignos de alegría.
Señor, pensé que todo terminó con tu muerte, pero te vi nuevamente lleno de vida y resplandeciente ya fuera del sepulcro que quería encerrarte, asombrado y maravillado, comprendiendo que el fracaso humano que creímos que ocurrió, tuvo un vuelco inesperado: con la piedra del sepulcro puesta a un lado y un ángel sentado sobre ella. Y queriendo verte y tocarte, busqué tus heridas del amor con las que pagaste mi rescate ante Dios: las marcas de los clavos y de la lanza. Y lleno de gloria te has hecho Señor de la Vida y de la Muerte, Señor de lo Imposible, Dios de la Misericordia y del Perdón, Cordero de Dios Inmolado y Glorificado, Rey de los Ángeles y de la Humanidad, Dueño de nuestros corazones, el único que se merece nuestras alabanzas y cantos. Bach ya puede escribirte toda la música que te mereces pues tú lo inspiraste y llenaste de sentido su genio y su vida, Miguel Ángel ya pudo pintarte lleno de gloria y poder en la Capilla Sixtina cuando solamente te dedicabas a la escultura, refutaste a Nietszche con tu Resurrección sin usar un argumento siquiera, llenaste de fuego ardiente el corazón de Pablo para viajar y escribir cartas incluso en la cárcel, los mártires a manos de Estado Islámico ya le perdieron el miedo a derramar su sangre por Tí en manos de los bandidos, ya eres el terror de los demonios, Lucifer todavía no lo puede creer con su fama de mal perdedor, fuiste el motivo por el que Juan fue el último de los Doce en mantenerse con vida y solamente para encontrarse contigo, inspiraste a Dante para escribir el magno poema La Divina Comedia, Mel Gibson tuvo el valor de filmar una película para demostrarte cuánto te ama, Tu Iglesia te acompaña incesantemente por los siglos de los siglos con sus errores y aciertos mientras la guías... son millones tus gracias y maravillas en todo el mundo, tantas que faltarían libros en la Biblia para describirlas.
No escuché las obras clásicas de júbilo para celebrar la Pascua (como el "Hallelujah" de Handel), sino que me atreví con otro repertorio. Y como siempre, rompí el ayuno y la abstinencia con huevitos de chocolate.
Y nuevamente ¡Gracias Jesús! ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Gloria - Misa de Coronación - W.A. Mozart.
El himno más conocido de su obra. Imponente y majestuosa, y con un impresionante orden. Fue ejecutada por el famoso director Herbert von Karajan ante el Papa Juan Pablo II en la década de los 80.
Gloria - Missa pro pace - Wojciech Kilar.
Lejos de la música sombría de "Drácula" y de la melancolía de "Retrato de una dama", el compositor muestra una obra impetuosa, rápida y gozosa. Disfruté mucho escucharla y cantarla da gusto. Algo tiene, que me dan muchas ganas de sonreír.
Gloria - Monseñor Marco Frisina.
Este sacerdote teólogo y músico compone obras sacras para la liturgia en el Vaticano y música para películas de corte religioso o histórico. Canta el himno del Gloria en latín (como las otras 2 obras anteriores) después del rito penitencial. Y como muchas de sus obras, es solemnemente litúrgica pero es muy luminosa, si hasta te da gusto sonreír y mirar al cielo para gritar con alegría "Gracias Jesús".
Et resurrexit - Misa en si menor - J.S. Bach.
También llamada "Gran misa católica", este movimiento pertenece al Credo (el bello Credo Niceno Constantinopolitano que rezamos antes del Concilio Vaticano II y que retomamos por un año con motivo del Año de la Fe) y solo canta: "Et resurréxit tértia die secúndum Scriptúras, et ascéndit in caelum, sedet ad déxteram Patris, et íterum ventúrus est cum glória, iudicáre vivos et mórtuos, cuius regni non erit finis" ("Y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin").
Este movimiento solo tiene júbilo, y la orquesta "canta" completa. Y con la versión de Karl Richter como director, más me imagino como será el Cielo.
Gloria - Misa por la paz - Feliks Nowowiejski
Pertenece a un organista y compositor polaco que no conozco, ni siquiera su obra pero me encantó por el tipo de obras sacras que me gustan: coro y órgano. Comienza con las primeras notas de la "Misa del Papa Marcelo" de Palestrina el "Gloria in excelsis Deo" ("Gloria a Dios en el cielo"). Una de esas obras que son apropiadas para una abarrotada Catedral con mucho incienso, velas enormes, flores, sotanas y roquetes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario