Una película que toca en profundidad y con humor el tema de la vocación: realizar aquello a lo que te sientes llamado a hacer, no solamente como debo "producir" o "ganar más dinero". No es fácil de elegir a lo que te sientes llamado a realizar, porque de seguro hay personas que no lo consideran viable, tienen otras expectativas o desean que gane más dinero. No bastan tu sueldo ni tu talento si no tienes pasión y amor por lo que te dedicas, siempre y cuando no sea con algún fin egoísta sino que te sientas bien contribuyendo al mundo, que tú escojas sin imposición alguna (eso es fundamental, que ndie te obligue) y sirviendo a otros a través de tu ocupación... incluyendo el trabajo más humilde, porque eso es lo que dignifica al ser humano.
Opino que el mundo necesita no extinguir los fuegos internos de los demás, sobretodo de los jóvenes talentos, se debería ayudar y potenciar en vez de impedir su ingreso como si aquello fuese algún tipo de "mafia" (y lo hemos visto en varios lados). O ir contra la corriente: contra la opinión generalizada, tus amigos, o lamentablemente contra tu familia.
Comerciante, dueña de casa, programador, ingeniero, abogado, médico, psicólogo, arquitecto, chef, cantante, compositor, músico, enfermera, secretaria, banquero, guía turístico, sacerdote, lo que sea, pero que contribuya al servicio a los demás y que a la vez, sonrías y te sientas motivado/a.
La reseña que hace el personaje de Anton Ego, un crítico de aspecto sombrío que se caracteriza por ser demoledor en sus críticas gastronómicas que se publican en el periódico y que tras probar un "ratatouille" le recuerda a su madre durante su infancia y tambalea. Pero, tras saber la verdad de la preparación y quien lo hizo, lo enfrentan a sus propias ideas y se decide a escribir, sabiendo que perdería su fama de "personaje villano". Su reseña dice grandes verdades de las que de seguro vamos a asentir con la cabeza mientras la estamos leyendo. Si la han visto, estarán de acuerdo conmigo (y de seguro, llegaron a más conclusiones que yo) y los que no la han visto aún, veanla, se las recomiendo, no se sentirán defraudados.
“La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos, arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio. Esperamos con las críticas negativas, divertidas de escribir y de leer, pero la triste verdad que debemos afrontar es que en el gran orden de las cosas, cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica. Pero en ocasiones el crítico si se arriesga cada vez que descubre y defiende algo nuevo. El mundo suele ser cruel con el nuevo talento, las nuevas creaciones, lo nuevo necesita amigos. Anoche experimente algo nuevo, una extraordinaria cena de una fuente singular e inesperada. Decir sólo que la comida y su creador han desafiado mis prejuicios sobre la buena cocina subestimaría la realidad. Me han tocado en lo más profundo. En el pasado, jamás oculté mi desdén por el famoso lema del chef Gusteau: ´Cualquiera puede cocinar´. Pero al fin me doy cuenta de lo que quiso decir en realidad: ´No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista puede provenir de cualquier lado´. Es difícil imaginar un origen más humilde que el del genio que ahora cocina en el restaurante Gusteau, y quien, en opinión de este crítico, es nada menos que el mejor chef de Francia. Pronto volveré a Gusteau… hambriento”.
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