Ayer fue un día terriblemente caluroso. Las veces que iba al baño a mojarme, ya estaba seco en menos de 5 minutos. Incluso comí un helado y no recuerdo la cantidad de vasos de Coca-Cola que ingerí durante la tarde.
Bueno, el punto es que a través de internet, un "zoquete" (llamémos así al anónimo) que al parecer no comparte conmigo mis deseos de un mundo mejor, ya que con ofensas y calumnias expresó su desacuerdo y sin alguna educación (he discutido con personas que no comparten conmigo mis ideales y creencias, pero siempre en un margen de diálogo y respeto) en un enlace que he publicado (y para más remate, no tenía nada que ver con el tema del enlace) pero este pinganilla no fue capaz de respetar. Creo que es verdad aquello que dice el dicho de que la ignorancia es realmente atrevida.
Estoy de acuerdo que cada uno piense lo que quiera, de todos modos, "me parece bien que cada uno es libre de irse al infierno como mejor le parezca" (como expresó con poca sutilidad el escritor Robert Louis Stevenson sobre el libre albedrío en "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde"), y yo completo esto con "y si no quieres irte al infierno y deseas viajar al Paraíso, también eres libre de irte como mejor te parezca". Pero llegar a herirnos y a insultarnos solo porque una coma que haya quitar de una frase no nos gusta o porque tu nariz no me gusta o me molesta tu constancia en defender la verdad y eres imbatible... y a estas alturas, la verdad no sé como aún sigo vivo en medio de tanta intolerancia en una sociedad que se dice tolerante y respetuosa con la diversidad (a menos que comulgues con sus ideales, o bien, los manipulen en nombre de la humanidad ¡Que bajo caen!).
El respeto se define como el reconocimiento o consideración de algo/alguien tiene un valor por sí mismo y que se establece mutuamente. Constituye la base de la ética, la moral y de diversas disciplinas y ámbitos. Aceptar y comprender a los demás tal como son, estés de acuerdo o no, esté en lo correcto o errado. No solo la persona debe ser respetada sino además, la sensibilidad religiosa, las culturas, nuestro entorno, las plantas, los animales (desde a la humilde y trabajdora hormiga pequeñita a la majestuosa y libre ballena). Al dócil y al rebelde, al piadoso y al escéptico, al bueno y al malo, al rico y al pobre, al humilde y al farsante, al ignorante y al sabio, etc, y sin importar su condición merece tu comprensión y atención. No se te pide que hagas tuyo/a sus ideales que no estás de acuerdo, sino que lo/a valores, nada más. Y si se equivoca, no te burles o humilles, solo indícale su error y como no volver a equivocarse o invítalo a hacerlo (pero sin imponer, si no quiere es mejor no obligarle).
Al parecer, esta es una virtud muy dificil de prácticar. El mundo necesita del respeto, es lo que necesita. Ya casi nadie puede expresar sus ideas porque siempre hay alguien que se opone y se impone desacreditando y sin tacto alguno. Incluso, es muy dificil confesar ser católico porque la gente ya no te mirará como antes: te señala, estás en el centro de todos, están atentos ante un tropiezo, no reconocen tus aciertos pero subrayan con sensacionalismo amarillista tus errores, echan en cara las faltas ajenas o te escupen blasfemias en pleno rostro... en fin, te crucifican y te martirizan públicamente. Igual suerte si confiesas ser de la derecha o de la izquierda, ser del Colo-Colo o de la U. de Chile, ya nadie se puede expresar porque es censurado por sus pares y su propio entorno. Y me extraña: una sociedad que exige tolerancia (según ellos, estés de acuerdo o no, aceptes todo lo que te digan bajo pena de ser rechazado públicamente) pero no es capaz de tolerar y respetar a quien piense diferente.
De todos modos, el respeto y la tolerancia no se imponen, se deben educar y trabajar en ello. De esta manera reconocemos al otro/a como mi hermano/a.
Y bien, si no eres capaz de respetar es porque nunca has tenido un alma. Es dificil, si, lo es, pero si lo logras, ambos se beneficiarán y contribuirán a la paz y al diálogo que necesitamos.
Bueno, el punto es que a través de internet, un "zoquete" (llamémos así al anónimo) que al parecer no comparte conmigo mis deseos de un mundo mejor, ya que con ofensas y calumnias expresó su desacuerdo y sin alguna educación (he discutido con personas que no comparten conmigo mis ideales y creencias, pero siempre en un margen de diálogo y respeto) en un enlace que he publicado (y para más remate, no tenía nada que ver con el tema del enlace) pero este pinganilla no fue capaz de respetar. Creo que es verdad aquello que dice el dicho de que la ignorancia es realmente atrevida.
Estoy de acuerdo que cada uno piense lo que quiera, de todos modos, "me parece bien que cada uno es libre de irse al infierno como mejor le parezca" (como expresó con poca sutilidad el escritor Robert Louis Stevenson sobre el libre albedrío en "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde"), y yo completo esto con "y si no quieres irte al infierno y deseas viajar al Paraíso, también eres libre de irte como mejor te parezca". Pero llegar a herirnos y a insultarnos solo porque una coma que haya quitar de una frase no nos gusta o porque tu nariz no me gusta o me molesta tu constancia en defender la verdad y eres imbatible... y a estas alturas, la verdad no sé como aún sigo vivo en medio de tanta intolerancia en una sociedad que se dice tolerante y respetuosa con la diversidad (a menos que comulgues con sus ideales, o bien, los manipulen en nombre de la humanidad ¡Que bajo caen!).
El respeto se define como el reconocimiento o consideración de algo/alguien tiene un valor por sí mismo y que se establece mutuamente. Constituye la base de la ética, la moral y de diversas disciplinas y ámbitos. Aceptar y comprender a los demás tal como son, estés de acuerdo o no, esté en lo correcto o errado. No solo la persona debe ser respetada sino además, la sensibilidad religiosa, las culturas, nuestro entorno, las plantas, los animales (desde a la humilde y trabajdora hormiga pequeñita a la majestuosa y libre ballena). Al dócil y al rebelde, al piadoso y al escéptico, al bueno y al malo, al rico y al pobre, al humilde y al farsante, al ignorante y al sabio, etc, y sin importar su condición merece tu comprensión y atención. No se te pide que hagas tuyo/a sus ideales que no estás de acuerdo, sino que lo/a valores, nada más. Y si se equivoca, no te burles o humilles, solo indícale su error y como no volver a equivocarse o invítalo a hacerlo (pero sin imponer, si no quiere es mejor no obligarle).
Al parecer, esta es una virtud muy dificil de prácticar. El mundo necesita del respeto, es lo que necesita. Ya casi nadie puede expresar sus ideas porque siempre hay alguien que se opone y se impone desacreditando y sin tacto alguno. Incluso, es muy dificil confesar ser católico porque la gente ya no te mirará como antes: te señala, estás en el centro de todos, están atentos ante un tropiezo, no reconocen tus aciertos pero subrayan con sensacionalismo amarillista tus errores, echan en cara las faltas ajenas o te escupen blasfemias en pleno rostro... en fin, te crucifican y te martirizan públicamente. Igual suerte si confiesas ser de la derecha o de la izquierda, ser del Colo-Colo o de la U. de Chile, ya nadie se puede expresar porque es censurado por sus pares y su propio entorno. Y me extraña: una sociedad que exige tolerancia (según ellos, estés de acuerdo o no, aceptes todo lo que te digan bajo pena de ser rechazado públicamente) pero no es capaz de tolerar y respetar a quien piense diferente.
De todos modos, el respeto y la tolerancia no se imponen, se deben educar y trabajar en ello. De esta manera reconocemos al otro/a como mi hermano/a.
Y bien, si no eres capaz de respetar es porque nunca has tenido un alma. Es dificil, si, lo es, pero si lo logras, ambos se beneficiarán y contribuirán a la paz y al diálogo que necesitamos.
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