"Me temo que sólo los humanos son capaces de destruir a su propia especie" (The End of Evangelion).
Gran parte de conflictos armados siempre han sido por ambición de algunos (unos cuántos kilómetros o pedazos de tierra como "soberanía", o algo de materia prima para la economia, hacer valer una ideología con su soberbia como estandarte, etc.) pero lamentablemente terminan involucrando a muchos que no tienen nada que ver en el tema. Nadie gana, ambas parten siempre pierden. No todos pierden lo mismo, pero pierden de todas maneras. Esa es la realidad de una guerra: la negación de Cristo, negamos el amor.
Me causó espanto la idea que si ante las amenazas de Corea del Norte se iniciara la Tercera Guerra Mundial a EEUU y a Corea del Sur al declararse ante estas naciones en "Estado de guerra", y del que involucraría además a otros países. De solo pensarlo me espanta, considerando que la dictadura comunista de Corea del Norte ha hecho pruebas nucleares y ha recibido fuertes sanciones de parte de la ONU por estar prohibidas. Las únicas armas nucleares usadas contra la población han sido las arrojadas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, y de ahí no se han vuelto a usar más armas nucleares, cosa que deseamos que jamás se repita "aquí y en la quebrada del ají" (y que es lo que piden los niños japoneses y los monumentos en los días en que se cumplen un año de cada desastre, respectivamente).
Durante la Guerra Fría siempre se ha caminado sobre la cuerda floja ante la posibilidad de que estallara una nueva guerra mundial. Tal vez entre ambas Coreas no sea más que un conflcto entre países vecinos (como Chile y Bolivia) pero: y si la posibilidad de una guerra mundial fuera inminente ¿Acaso es señal de un próximo apocalipsis? ¿Apocalipsis que nosotros mismos hemos creado? Han existidos varias señales por las que posiblemente estaríamos en "alerta roja": Disminución del petróleo y de otras materias, una pérdida de control que produzcan accidentes nucleares como lo sucedido en Chernobyl o en Fukushima, ni que decir del calentamiento global o según un estudio del que no recuerdo la fuente, el consumo frecuente de anticonceptivos llevaría a la infertilidad ¿Y si toda la humanidad fuese infértil? La pelicula "Children of Men" trata de ello, aunque nunca dice porque ocurrió (no es tan descabellada la idea, ya han ocurrido casos de infértilidad en personas que abusan de los anticonceptivos). O las "inyecciones" a la economía europea ante la crisis que deberían haberla resuelto... pero este desangramiento económico no se detiene, como si esto fuera de carácter divino, algo propio del libro del Apocalipsis.
Otro blogger (al que sigo), un conocido exorcista, advierte que además de eso, hay otras señales que son inexplicables: ruidos envolventes que se producen sin causa alguna y que es registrado por noticieros y aficionados en varios puntos del planeta (es conocido como "Hum", algunos lo atribuyen a la atmósfera, otros a HAARP para los amantes de las conspiraciones, y otros a señales divinas) conocidos como las "Trompetas en el cielo" o las "Trompetas del Apocalipsis", o que caen bandadas de pájaros muertos, o explosiones en varias puntos del planeta sin motivo y lo que es más increíble, no se destruyó ningún auto, no estalló ningún vidrio, ninguna víctima fatal tirada en el asfalto, sino que todo normal. De esto último se ha hablado en noticieros, incluso en los más serios y respetables. Soy escéptico en cuanto a conspiraciones y cosas como esta, pero si mucha dice que los ha presenciado, entonces eso ya es un indicio que "algo está pasando".
La Segunda Guerra Mundial la hemos visto en películas, documentales, videojuegos y en clases, y sabemos todas las atrocidades que han llevado a cabo, pero tal parece que no hemos aprendido nada sobre lo malvada que podría ser una sociedad entera si una persona obtiene el poder con un discurso y un carisma dotados de "llegada" hacia el pueblo y promoviendo ideas con "lavados de cerebro". Algunos aún siguen creyendo en una idea reduccionista de que la Segunda Guerra Mundial se inició solamente por razones sociales y económicas, cuando todos los conflictos se producen por desastres morales. Quizás aparezcan nuevos dictadores, nuevos líderes, viejas ideologías con vestiduras nuevas que no hacen más que repetir los errores del pasado y convertirlos en errores del futuro.
El mismo blogger advierte que para la humanidad se acerca un gran Viernes Santo, no por ser profeta o por asustar a la gente, sino que considerando tanta maldad en el mundo: infidelidades, abortos, egoísmo, persecusión y agresividad contra la Iglesia, pérdida colectiva del sentido de la vida, soberbia absoluta frente a Dios ("no existes", "no te necesito", "me burlaré del dios de los cristianos y de la religión", etc.), cosas como esta y más que terminan por desestabilizar la balanza del rigor divino. No da fechas ni dice el lugar ni cuanto falta, solo dice que este día se acerca. Aunque no faltará el que diga que posiblemente sea por otras causas (economía, política, etc.) y no por algo moral. Primero, fue un golpe a la economía mundial con el atentado terrorista de 2 aviones estrellándose contra las torres del World Trade Center, a modo de preludio de la "caída de occidente", en el que los siguientes movimientos de esta sinfonía han consistido en manifestaciones sociales y desórdenes de todo tipo pero así como van las cosas, faltan más por venir. Un variado coro de profetas que acompañan estos escenarios solamente nos dice: "Se viene una gran purificación".
Lo único con lo que me quedo es con las innumerables apariciones marianas en el siglo XX y no con los falsos profetas y demás charlatanes que anuncian fechas del fin del mundo. La Madre de Dios nos ha advertido una y otra vez que a Dios lo estamos sacando de quicio con nuestras aberraciones y que ella es nuestra abogada. Fátima (Portugal, advirtiendo que si no había arrepentimiento, sería inminente la Segunda Guerra Mundial como purga, y así ocurrio), El Escorial (España, uno de los más recientes, en el que una vidente anunció que "la humanidad ya no puede seguir así"), Akita (Japón, en los años 70, en un país donde los cristianos son apenas el 1% de la población o incluso menos de ese porcentaje), Medjugorje (Croacia, uno de los santuarios más visitados en todo el mundo y con apariciones hasta el día de hoy, que antes era una sencilla parroquia sostenida desde siempre por los franciscanos), y varios otros puntos del mundo han sido escenario para estos mensajes con apariciones, movimientos del sol, visiones y revelaciones, curaciones, estigmas, lágrimas de sangre, etc. Lo único que se pide es penitencia, arrepentimiento, conversión, esperanza, orar con el Santo Rosario, y no amenaza con la destrucción, solo nos advierte. Pero muchos se han hecho de oídos sordos.
Más allá de esto, no es propiciar el caos y la histeria colectiva, sino pensar en las acciones que se producen en las personas, independiente si ante un apocalipsis se produzca por la fuerza de la naturaleza, razones económicas, motivos políticos y/o sociales, etc. El problema de todo esto es que cuando una sociedad peca siempre termina pagando, hasta los inocentes. Si Jonás anunciara actualmente que dentro de 40 días la ciudad de Nínive será destruída, lo más seguro es que todos acaben por considerarlo un loco porque ahora ya se ha perdido en muchos la noción por lo sagrado y el respeto y sensibilidad religiosa, tanto así que incluso se burlan por televisión y en redes sociales. Pues bien, los que desean seguir dándole la espalda a Dios y a su Iglesia con su mensaje de salvación, sigan viviendo en una sociedad que ya no necesita a Dios. Sigan comiendo, sigan bebiendo hasta vomitar, sigan fornicando a destajo, sigan llenándose los vientres sepulcrales con anticonceptivos, sigan calumniando al Santo Padre y a la Iglesia, sigan persiguiendo y burlándose de los sacerdotes, sigan retirando crucifijos de los colegios y hospitales, sigan fomentando libertinaje, sigan indiferentes a su prójimo, sigan abusando, sigan asesinando, sigan manipulando, sigan discriminando, sigan odiando, sigan acumulando faltas, sigan adorando a su becerro de oro y a sus falsos dioses. No estamos por encima de la ley moral y natural, pero aún así, seguimos en nuestra soberbia y culpando a la Iglesia de nuestras manías y errores. Y si nos damos cuenta, existe una relación proporcional y directa entre la decadencia de una sociedad y la decadencia moral, y esta lección nos la dejaron los estragos del Imperio Romano: Cayó el Imperio Romano porque se perdieron las buenas costumbres de los emperadores y así como vamos, muchos ya son "emperadores".
Ahora más que nunca es importante arrepentirnos, acercarnos a los sacramentos, rezar el rosario, ser más amable, ser más cariñoso, ser más compasivo, ser más humilde, ser más cooperador de la verdad. Todos, incluyendo a este blogger. Dios siempre nos da paciencia, aprovechemos de cambiar nuestro corazón de piedra por uno de carne (como decía Exequiel, en el texto que hemos escuchado en la Vigilia Pascual) y no esperemos a que llegue el Dies Irae para que nos arrepintamos y llorando a gritos. No he tenido alguna visión beatífica o visión particular (para que no se preocupen), pero Él ya nos advirtió a estar atentos a los signos de los tiempos (que no son pocos y que son variados) y San Pablo nos insiste que a las profecías no se les debe despreciar, por lo que no piensen en fechas y lugares ni a usar la Biblia como un "código secreto" para dar con esa respuesta, porque eso nadie lo sabe. Sí o sí, esta danza macabra se va a detener porque nadie se resiste a la Palabra de Dios cuando Él dice algo. Además, si recordamos el Discurso Escatológico, se nos dice que "es necesario que ocurran estas cosas, pero aún no es el fin".
El Papa Francisco nos dijo unas palabras claves en el Viernes Santo durante el Via Crucis en el Coliseo Romano: "Dios nos juzga amándonos. Si acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo me condeno, no por él, sino por mí mismo, porque Dios no condena, Él sólo ama y salva". Dios no quiere la muerte del pecador, quiere su salvación, pero Él no nos obliga. Por eso me encanta el libro del Apocalipsis: a pesar de todo, está lleno de esperanza, sufriremos de todo pero Cristo volverá y secará todas las lágrimas, pero nadie sabe cuando será la Parusía (Segunda Venida de Cristo). Benedicto XVI sufrió bastante en los primeros años del siglo XXI, sufrió en carne propia la persecusión contra la Iglesia, sin derramar una gota de sangre se convirtió en un mártir un hombre de 85 años, y ahora Francisco nos acaba de dar una señal que no muchos han comprendido este Jueves Santo al lavar los pies a jóvenes de una cárcel: 2 mujeres entre ellas, una de éstas profesa el Islam, y algunos jóvenes son ateos. Si bien es cierto que esto acarreó muchas críticas de cercanos a los tradicionalistas, lefevristas y sedevacantistas, este rito del lavado de pies no es un sacramento, es un rito, pero en la humildad de este hombre que nos ha desconcertado en este último tiempo, en realidad está lavando los pies a la humanidad del siglo XXI, poniéndose él mismo como servidor y sin hacer distinciones. Espero que Dios les conceda el don de la humildad y la disponibilidad a Su voluntad para descubrir lo que Dios nos trató de decir con ese gesto, y no cerrarnos a que si él hizo bien o hizo mal, porque esto es propio de fariseos y no somos eso, somos cristianos. El amor por encima de todo.
Nosotros mismos somos culpables de hacer de nuestro hogar un infierno, pero nunca es tarde para hacer de ello un paraíso aunque todo se caiga a pedazos y seamos los dos solamente, que era eso lo que le dije ayer a mi amiga. Quisiera terminar con una frase de una película que pone fin a un anime y que es lo que a mi amiga le quise transmitir: "Cualquier lugar puede ser el paraíso, siempre que se tenga la voluntad de vivir".
Me causó espanto la idea que si ante las amenazas de Corea del Norte se iniciara la Tercera Guerra Mundial a EEUU y a Corea del Sur al declararse ante estas naciones en "Estado de guerra", y del que involucraría además a otros países. De solo pensarlo me espanta, considerando que la dictadura comunista de Corea del Norte ha hecho pruebas nucleares y ha recibido fuertes sanciones de parte de la ONU por estar prohibidas. Las únicas armas nucleares usadas contra la población han sido las arrojadas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, y de ahí no se han vuelto a usar más armas nucleares, cosa que deseamos que jamás se repita "aquí y en la quebrada del ají" (y que es lo que piden los niños japoneses y los monumentos en los días en que se cumplen un año de cada desastre, respectivamente).
Durante la Guerra Fría siempre se ha caminado sobre la cuerda floja ante la posibilidad de que estallara una nueva guerra mundial. Tal vez entre ambas Coreas no sea más que un conflcto entre países vecinos (como Chile y Bolivia) pero: y si la posibilidad de una guerra mundial fuera inminente ¿Acaso es señal de un próximo apocalipsis? ¿Apocalipsis que nosotros mismos hemos creado? Han existidos varias señales por las que posiblemente estaríamos en "alerta roja": Disminución del petróleo y de otras materias, una pérdida de control que produzcan accidentes nucleares como lo sucedido en Chernobyl o en Fukushima, ni que decir del calentamiento global o según un estudio del que no recuerdo la fuente, el consumo frecuente de anticonceptivos llevaría a la infertilidad ¿Y si toda la humanidad fuese infértil? La pelicula "Children of Men" trata de ello, aunque nunca dice porque ocurrió (no es tan descabellada la idea, ya han ocurrido casos de infértilidad en personas que abusan de los anticonceptivos). O las "inyecciones" a la economía europea ante la crisis que deberían haberla resuelto... pero este desangramiento económico no se detiene, como si esto fuera de carácter divino, algo propio del libro del Apocalipsis.
Otro blogger (al que sigo), un conocido exorcista, advierte que además de eso, hay otras señales que son inexplicables: ruidos envolventes que se producen sin causa alguna y que es registrado por noticieros y aficionados en varios puntos del planeta (es conocido como "Hum", algunos lo atribuyen a la atmósfera, otros a HAARP para los amantes de las conspiraciones, y otros a señales divinas) conocidos como las "Trompetas en el cielo" o las "Trompetas del Apocalipsis", o que caen bandadas de pájaros muertos, o explosiones en varias puntos del planeta sin motivo y lo que es más increíble, no se destruyó ningún auto, no estalló ningún vidrio, ninguna víctima fatal tirada en el asfalto, sino que todo normal. De esto último se ha hablado en noticieros, incluso en los más serios y respetables. Soy escéptico en cuanto a conspiraciones y cosas como esta, pero si mucha dice que los ha presenciado, entonces eso ya es un indicio que "algo está pasando".
La Segunda Guerra Mundial la hemos visto en películas, documentales, videojuegos y en clases, y sabemos todas las atrocidades que han llevado a cabo, pero tal parece que no hemos aprendido nada sobre lo malvada que podría ser una sociedad entera si una persona obtiene el poder con un discurso y un carisma dotados de "llegada" hacia el pueblo y promoviendo ideas con "lavados de cerebro". Algunos aún siguen creyendo en una idea reduccionista de que la Segunda Guerra Mundial se inició solamente por razones sociales y económicas, cuando todos los conflictos se producen por desastres morales. Quizás aparezcan nuevos dictadores, nuevos líderes, viejas ideologías con vestiduras nuevas que no hacen más que repetir los errores del pasado y convertirlos en errores del futuro.
El mismo blogger advierte que para la humanidad se acerca un gran Viernes Santo, no por ser profeta o por asustar a la gente, sino que considerando tanta maldad en el mundo: infidelidades, abortos, egoísmo, persecusión y agresividad contra la Iglesia, pérdida colectiva del sentido de la vida, soberbia absoluta frente a Dios ("no existes", "no te necesito", "me burlaré del dios de los cristianos y de la religión", etc.), cosas como esta y más que terminan por desestabilizar la balanza del rigor divino. No da fechas ni dice el lugar ni cuanto falta, solo dice que este día se acerca. Aunque no faltará el que diga que posiblemente sea por otras causas (economía, política, etc.) y no por algo moral. Primero, fue un golpe a la economía mundial con el atentado terrorista de 2 aviones estrellándose contra las torres del World Trade Center, a modo de preludio de la "caída de occidente", en el que los siguientes movimientos de esta sinfonía han consistido en manifestaciones sociales y desórdenes de todo tipo pero así como van las cosas, faltan más por venir. Un variado coro de profetas que acompañan estos escenarios solamente nos dice: "Se viene una gran purificación".
Lo único con lo que me quedo es con las innumerables apariciones marianas en el siglo XX y no con los falsos profetas y demás charlatanes que anuncian fechas del fin del mundo. La Madre de Dios nos ha advertido una y otra vez que a Dios lo estamos sacando de quicio con nuestras aberraciones y que ella es nuestra abogada. Fátima (Portugal, advirtiendo que si no había arrepentimiento, sería inminente la Segunda Guerra Mundial como purga, y así ocurrio), El Escorial (España, uno de los más recientes, en el que una vidente anunció que "la humanidad ya no puede seguir así"), Akita (Japón, en los años 70, en un país donde los cristianos son apenas el 1% de la población o incluso menos de ese porcentaje), Medjugorje (Croacia, uno de los santuarios más visitados en todo el mundo y con apariciones hasta el día de hoy, que antes era una sencilla parroquia sostenida desde siempre por los franciscanos), y varios otros puntos del mundo han sido escenario para estos mensajes con apariciones, movimientos del sol, visiones y revelaciones, curaciones, estigmas, lágrimas de sangre, etc. Lo único que se pide es penitencia, arrepentimiento, conversión, esperanza, orar con el Santo Rosario, y no amenaza con la destrucción, solo nos advierte. Pero muchos se han hecho de oídos sordos.
Más allá de esto, no es propiciar el caos y la histeria colectiva, sino pensar en las acciones que se producen en las personas, independiente si ante un apocalipsis se produzca por la fuerza de la naturaleza, razones económicas, motivos políticos y/o sociales, etc. El problema de todo esto es que cuando una sociedad peca siempre termina pagando, hasta los inocentes. Si Jonás anunciara actualmente que dentro de 40 días la ciudad de Nínive será destruída, lo más seguro es que todos acaben por considerarlo un loco porque ahora ya se ha perdido en muchos la noción por lo sagrado y el respeto y sensibilidad religiosa, tanto así que incluso se burlan por televisión y en redes sociales. Pues bien, los que desean seguir dándole la espalda a Dios y a su Iglesia con su mensaje de salvación, sigan viviendo en una sociedad que ya no necesita a Dios. Sigan comiendo, sigan bebiendo hasta vomitar, sigan fornicando a destajo, sigan llenándose los vientres sepulcrales con anticonceptivos, sigan calumniando al Santo Padre y a la Iglesia, sigan persiguiendo y burlándose de los sacerdotes, sigan retirando crucifijos de los colegios y hospitales, sigan fomentando libertinaje, sigan indiferentes a su prójimo, sigan abusando, sigan asesinando, sigan manipulando, sigan discriminando, sigan odiando, sigan acumulando faltas, sigan adorando a su becerro de oro y a sus falsos dioses. No estamos por encima de la ley moral y natural, pero aún así, seguimos en nuestra soberbia y culpando a la Iglesia de nuestras manías y errores. Y si nos damos cuenta, existe una relación proporcional y directa entre la decadencia de una sociedad y la decadencia moral, y esta lección nos la dejaron los estragos del Imperio Romano: Cayó el Imperio Romano porque se perdieron las buenas costumbres de los emperadores y así como vamos, muchos ya son "emperadores".
Ahora más que nunca es importante arrepentirnos, acercarnos a los sacramentos, rezar el rosario, ser más amable, ser más cariñoso, ser más compasivo, ser más humilde, ser más cooperador de la verdad. Todos, incluyendo a este blogger. Dios siempre nos da paciencia, aprovechemos de cambiar nuestro corazón de piedra por uno de carne (como decía Exequiel, en el texto que hemos escuchado en la Vigilia Pascual) y no esperemos a que llegue el Dies Irae para que nos arrepintamos y llorando a gritos. No he tenido alguna visión beatífica o visión particular (para que no se preocupen), pero Él ya nos advirtió a estar atentos a los signos de los tiempos (que no son pocos y que son variados) y San Pablo nos insiste que a las profecías no se les debe despreciar, por lo que no piensen en fechas y lugares ni a usar la Biblia como un "código secreto" para dar con esa respuesta, porque eso nadie lo sabe. Sí o sí, esta danza macabra se va a detener porque nadie se resiste a la Palabra de Dios cuando Él dice algo. Además, si recordamos el Discurso Escatológico, se nos dice que "es necesario que ocurran estas cosas, pero aún no es el fin".
El Papa Francisco nos dijo unas palabras claves en el Viernes Santo durante el Via Crucis en el Coliseo Romano: "Dios nos juzga amándonos. Si acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo me condeno, no por él, sino por mí mismo, porque Dios no condena, Él sólo ama y salva". Dios no quiere la muerte del pecador, quiere su salvación, pero Él no nos obliga. Por eso me encanta el libro del Apocalipsis: a pesar de todo, está lleno de esperanza, sufriremos de todo pero Cristo volverá y secará todas las lágrimas, pero nadie sabe cuando será la Parusía (Segunda Venida de Cristo). Benedicto XVI sufrió bastante en los primeros años del siglo XXI, sufrió en carne propia la persecusión contra la Iglesia, sin derramar una gota de sangre se convirtió en un mártir un hombre de 85 años, y ahora Francisco nos acaba de dar una señal que no muchos han comprendido este Jueves Santo al lavar los pies a jóvenes de una cárcel: 2 mujeres entre ellas, una de éstas profesa el Islam, y algunos jóvenes son ateos. Si bien es cierto que esto acarreó muchas críticas de cercanos a los tradicionalistas, lefevristas y sedevacantistas, este rito del lavado de pies no es un sacramento, es un rito, pero en la humildad de este hombre que nos ha desconcertado en este último tiempo, en realidad está lavando los pies a la humanidad del siglo XXI, poniéndose él mismo como servidor y sin hacer distinciones. Espero que Dios les conceda el don de la humildad y la disponibilidad a Su voluntad para descubrir lo que Dios nos trató de decir con ese gesto, y no cerrarnos a que si él hizo bien o hizo mal, porque esto es propio de fariseos y no somos eso, somos cristianos. El amor por encima de todo.
Nosotros mismos somos culpables de hacer de nuestro hogar un infierno, pero nunca es tarde para hacer de ello un paraíso aunque todo se caiga a pedazos y seamos los dos solamente, que era eso lo que le dije ayer a mi amiga. Quisiera terminar con una frase de una película que pone fin a un anime y que es lo que a mi amiga le quise transmitir: "Cualquier lugar puede ser el paraíso, siempre que se tenga la voluntad de vivir".
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