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martes, 31 de diciembre de 2013

2013: Good bye!


Antes de recibir al 2014, debo decir unas cuantas cositas.
Fue un comienzo difícil del 2013, por el tema de la UDM y el día desconocido de nuestra reubicación en la UDA, que se dio tarde, pero llegó afortunadamente. El horario vespertino, que no elegí y que acepté "a regañadientes" por no haber otra alternativa, me arruinó varios panoramas, aunque agradezco continuar con mis estudios. Si, no hay que ser malagradecido.
El comenzar tarde la universidad y con una sobrecarga agobiante y desesperante han hecho que casi no escribiera en mi blog por falta de tiempo, pues para eso también necesito dedicación, y apenas hoy he escrito la última publicación del 2013.
Un verano complicado a nivel personal, tras salir poco con mis amigos (no se si por motivos personales o de agenda, no me querían contar) y que se complicó con la renuncia de Benedicto XVI, que me dolió hasta derramar lágrimas hasta el día de su despedida y el inició de Sede Vacante. Fue un verano en que estuve un poco más sensible de lo habitual.
Un año en que la amistad estuvo a prueba, con algunos malos momentos pero acompañado siempre de dichas y bendiciones, amistad que aún perdura. Han reaparecido personas significativas, han llegado otras que me han brindado cariño y apoyo. He tenido un miedo mortal a perder las personas que quiero, aunque afortunadamente ha sido una pesadilla.
La llegada de un argentino al pontificado adoptando el significativo nombre de Francisco, supuso mi alegría al saber que un sacerdote al que admiraba desde el otro lado de la cordillera, sería el Vicario de Cristo, y con un mensaje más espontáneo y con mayor insistencia en la ternura. Mi fe se ha hecho cada vez más fuerte y "dura de matar", pero con nuevos aprendizajes y con otra perspectiva que anhelaba desde hace mucho tiempo.
Mis errores, aunque me avergüenzan, me ayudan además a comprender a los otros que lamentablemente, no han tenido al mismo Maestro que yo, pero que en lo posible he tratado de tener misericordia con sus errores sin echárselos en cara. Pues no todos aprenden lo mismo, y a veces algunas lecciones de vida cuestan años aprenderlas (lo digo por experiencia propia).
Se fue un ser querido y me he sentido muy mal pero mi amiga, que llegó casi como un ángel enviado por Dios tras pedirle un consuelo para estas horas difíciles porque no sabía cuánto dolor yo soportaría, se quedó a mi lado sin soltar mi mano y que ha prestado su hombro para que llorase, me ha recordado una lección que he olvidado. Yo solía acompañar y consolar a quienes me necesitaban, pero he olvidado preocuparme por mí mismo, he dado tanto que me he olvidado de mi persona, y eso lo volví a aprender.
No pude viajar a la JMJ a Brasil, pero mi corazón ha estado junto a Copacabana al seguir la transmisión online, viviendo una semana llena de sentimientos. Mi viaje a Los Andes supuso una "recarga" de fe y valor tras unas semanas difíciles que me ha costado comprender a una persona en su nuevo estado, tratando yo de buscar alguna respuesta y sin dar un pie atrás por haber hecho una promesa.
Esta peregrinación al ver hombres y mujeres jóvenes de todo el país (incluso fuera de Chile) ha sido una gran motivación, incluyendo las anécdotas personales que me han sucedido. El tener un trabajo he logrado obtener algo más de contacto con las personas, elemento que siempre necesito no solo para "ejercitar el ojo clínico" sino porque también soy una persona.
Recientemente he perdido a una persona muy valiosa de la parroquia por motivos de salud, aunque me quedo tranquilo con la seguridad de haberme encontrado con una persona que ha dado todo de sí, incluso cuando su salud no lo acompañaba, y ese testimonio ya quedó en el Libro de la Vida.
Espero que en este año haya hecho bien a quien me lo pedía, haya respondido a alguna inquietud de alguna amistad o algún conocido, y humildemente pido perdón de todo corazón si he herido a alguien o si le fallé.
Me siento conforme al haberme atrevido un poco más. A una persona tímida como yo le cuesta atreverse, y esta vez he dado unos cuantos pasos, porque cuesta mucho. He procurado dar muchos abrazos, y también recibir muchos, aunque algunos los he disfrutado mucho y sintiéndolos en mi corazón.
Un abrazo para todos.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Carta para una mamá soltera.


Amiga:
Te escribo esto por preocupación, pero también por respeto y admiración. Prepara su llegada con muchas flores en tu corazón, mi niña linda. No sigas llorando, porque el Dios de la vida está arrullando a un hijo en tus entrañas. Muchas madres se las apañan solas e injustamente son incomprendidas, cuando de verdad necesitan un homenaje.
Algunos te condenarán injustamente, pero Dios escuchó tus súplicas y ya no se acuerda de tus faltas, porque te ha perdonado. Él fue testigo de tu oración en el Getsemaní, luchando entre el aborto y el nacimiento, lucha en la que finalmente triunfó la vida en difícil batalla con sangre, sudor y lágrimas. No siempre se escoge ser mamá soltera, pero se llega a serlo con el mayor de los respetos y de admiración al ejercer dos roles.
Por cada prejuicio y crítica que te encontrarás, aún sin conocer las circunstancias, esas mismas veces te las borraré con muestras de cariño, mi escucha y paños de lágrimas. Y no bastando con eso, les haré recordar que Jesús, el Mesías esperado desde siempre, nació de una adolescente a la que también le llovieron toda clase de comentarios. Déjalos que digan lo que quieran, lo peor es que los escuches y los aceptes, porque te contagiarás de pesimismo.
Un hijo nunca será un error: es vida, la más hermosa de todas las verdades. Deja que nazca de ti el misterio admirable de un ser humano. No pierdas la fe, porque no estás desamparada. Sonríe nuevamente y sécate las lágrimas. Muéstrale a tu hijo la fuerza y el valor de mujer que me has demostrado. Que vea tus ojos puros y sienta tus manos.
A veces, los llamados "hombres" son los avergüenzan mi condición de hombre, porque no tienen el valor de asumir su responsabilidad como tal, jurando que podrán salirse con la suya las veces que quieran, pensando tontamente que el amor es placer y goce sexual, en vez de considerar la posibilidad de tener una compañera. No sufras nunca más por él, no se merece ninguna de tus lágrimas. Tuvo más de una oportunidad para enmendarse, pero no ha aceptado. No le ruegues, eso nunca se hace en el amor y en el honor.
Dios no quiere que estos 9 meses sean de lágrimas y dudas, sino que quiere al igual que yo, verte andar frente a la vida, buscando la paz, la sabiduría, la armonía. Y así, con esas silenciosas ramitas, vayas construyendo tu nido. Aprende con ese angelito en camino a vivir el bello secreto del silencio.
Mi niña, por tu camino se encontrará Jesús de Nazaret para saludarte con mucho respeto, a tal punto que tu niño salte de gozo en tu interior. Camina con Él, ama, grita, lucha, ríe y canta.
Todo saldrá bien. No te niego ni te discuto que será un camino complejo, pero vas a ver que los más te critican se encariñarán con el angelito. Podrás estudiar y trabajar, aunque será difícil, mas no imposible. Pero no estás sola, nunca lo estarás. Tienes a las personas que te quieren (incluso quien te escribe esto, modestia aparte, que no piensa dejarte). Y ese angelito es tu nueva gran motivación e inspiración para levantarte cada mañana.
Quiero que todo el mundo sepa que esta llamita va a nacer, esta que es carne de tu carne, y cuídalo bien cuando nazca, porque es tuyo y es de Dios.
Sigue luchando contracorriente, con bravura para defender al angelito que viene, y con ternura para enseñarle que tienes un corazón que sabe amar.
Cuentas con la bendición de Dios en todo momento, su mano nunca dejará de sostenerte, pues Él siempre bendice a quienes aman y defienden la vida.
Tu amigo que te quiere.
Pablo.
 
 
(En el caso que se quiera leer la carta con música).

lunes, 26 de agosto de 2013

Unos momentos fuera del mundo (no estuve ni para el Papa)


Este blog acaba de cumplir un año de vida, en el que curiosamente lo he creado el día en que Juan Pablo I fue elegido Papa. Al día siguiente de haber creado el blog, me di cuenta de ese detalle, puesto que siempre he admirado su humildad y simplicidad, cosas que a este mundo le faltan. Y bien, vuelvo a escribir (cada vez menos, pero escribo) sin tener la intención que unos pocos o muchos lo lean y me sigan, sino con la intención que a alguien que se tope con esta humilde página, le sirva.
Esta últimas semanas, con excesos de trabajos en la universidad y todo eso, me ha dejado estresado. Y obviamente, he tenido algo de culpa por no ordenarme un poquito, aunque igual son tantas cosas que te exigen tiempo y te quitan otro tanto como para compartir en familia, el trabajo o la parroquia. Por el consejo de dos buenas amigas profesionales, opté por no trabajar durante una semana. Y al día siguiente, asistí a un retiro espiritual por una actividad de Pastoral Juvenil.
Hace tiempo que necesitaba un retiro espiritual. No he ido por obligación, sino porque necesitaba "estar fuera del mundo" aunque sea por unas horas (aunque me gustaría estar una semana, aunque lo veo difícil, ojala en algún monasterio). Este retiro, en el que con alivio no he usado internet y confiadamente entregué mi celular (incluso lo apagué), tuvo centro la figura del P. Alberto Hurtado al encontrarnos en el mes de la solidaridad, con una frase suya que resume todo el Evangelio: "¿Qué haría Cristo en mi lugar?"
En el primer tema, algunos chiquillos dejaron de manifiesto los conflictos dentro de la pastoral, lo cual es normal que ocurren. Lo malo es que al apernarse mucho en las amistades o romances dentro del grupo, incluso chismes, solemos perder el centro de nuestra Pastoral Juvenil, cuyo centro es Cristo y no el nombre. Pero... Cristo nos pide más, cada vez nos pide mucho más, dentro de nuestras posibilidades, pero siempre nos pide más. Hacer actividad pastoral nunca será suficiente, ni tampoco el liderazgo, planificación o cualquier actividad, cosas que son necesarias pero no suficientes. Para ello siempre será necesaria una continua conversión, a cada momento, todos los días.
Introspectivamente, he estado pensando sobre lo más triste que me ha pasado en los años que llevo en la Pastoral Juvenil, y ha sido que no estoy libre de cometer errores, y sin tener la intención de "andarla defecando", haciendo el mal que no quiero y no pudiendo hacer el bien que quiero (citando a San Pablo), he cometido tantos errores (a veces me duele todavía haber herido a algunas personas) y me avergüenzo terriblemente (tal vez por eso mi santo predilecto es San Agustín, de quien me gusta leer sus textos). Quizás estas heridas nunca deban sanar, sino que deben permanecer ahí para no olvidarme de ello y así no olvidar recordarlo. También he pensado en lo bueno que me ocurrió, y lo más lindo es la pertenencia a una familia en la que veo unión en todas las comunidades de Pastoral Juvenil que son de parroquias diferentes, porque veo en ellas la comunión de la Iglesia, la Iglesia que como familia somos. Apenas dije ello, hubo aplausos y enrojecí un poco, cubriéndome un poco la cara.
He escogido el versículo 8 del salmo 27, el cual dice "Mi corazón de tí me habla diciendo: Procura ver su faz". A veces me dificulta ver a Dios en las circunstancia de vértigo, no solamente en las de calma. Estar preparado para todo, porque he recordado que la paz de Cristo no es la ausencia de la cruz ni la no existencia de los problemas, sino la capacidad de enfrentar esos momentos, no busca que se nos solucionen todos nuestros problemas como quisiéramos, pero sí discernir y buscar la oportunidad de resolverlos, incluso tener el valor y la actitud de no rendirse. Que nadie entierre el espíritu de la alegría y la libertad, a no ser que lo hagamos nosotros mismos con nuestra cobardía. Se nos permite llorar y caer, pero es obligación secarse las lágrimas y levantarnos, incluso dejarnos ser consolados por nuestros amigos y cercanos.
De ahí la importancia de la elección de personas que han sido significativas para nosotros, de quienes han influido de alguna manera en nuestras vidas (puede ser una amiga, un amigo, nuestros padres, algún pariente, un sacerdote, etc). Escuché a un sacerdote mencionar una frase de un poema que no recuerdo textualmente, pero dice que los amigos son como los hermanos que uno elige y que Dios te los pone en tu vida. Escuché eso y estuve a punto de llorar pero no de tristeza sino de alegría, porque me acordé de mi amiga a quien nunca pensé en ser su amigo pero terminé por ofrecerle su amistad ya que nos conocimos en circunstancias no muy buenas para ella. Ella me miró que tenía cara de pucheros y se preocupó, bastó con ver su expresión como si me preguntara "¿Qué te pasa que te da por llorar?", pero le hice señas que estaba bien, que no ocurría nada malo, que solamente era un momento de mucha intensidad y que me clavó fuerte el corazón. Dentro de esas personas significativas estaba ella, especialmente en los últimos meses que he estado viviendo un difícil duelo.
En un trabajo silencioso, meditaba caminando por el camino de cemento de la casa de retiros, en una reflexión sobre las fortalezas del P. Hurtado que me eran llamativas. Pensé en 3: sacrificio, perseverancia y paciencia. Necesito fortalecerme más en el sacrificio, el sufrir en silencio en vez de quejarme ocasionalmente; pero para ello también necesito mucho de la perseverancia; y hay un elemento del que necesito aún más: la paciencia, aceptar que no todo puede resultar u ocurrir como yo quisiera, y que debo aceptar más que adaptarme. Estas tres actitudes se basan en un momento de su vida: su llamado a la vida jesuita que él tuvo que postergar, porque estudiaba leyes en la universidad, tuvo que trabajar para cuidar a su madre (ya que había su padre había muerto cuando apenas era un niño), y una vez que ella pudo estar "asegurada", ingresó al seminario después de años de sacrificio, perseverancia y paciencia.
El beneficio de la vida cristiana no es la vida cómoda o tener influencias, ya que no es el motivo sino consecuencia de llevar una vida acorde con el Evangelio, cuya concreción de nuestros sueños conlleva tener como nuestro motor el mandamiento nuevo que Él nos dejó y que resume toda la ley: el amor. Esta vocación (llamado) que Dios nos hace, se expresa siempre en algo concreto, en una renuncia de una opción por "algo mejor". Pero como todos vemos, no la tenemos fácil. Es cosa de leer El Juicio de las Naciones que aparece en Mateo 25 (texto que el Papa Francisco siempre nos invita a tenerlo presente) para ser ser fiel a Él en todo momento, y que no es ir a toda actividad parroquial-pastoral, sino hacer justicia frente a los demás (no igualdad, sino dar a cada uno lo que corresponde). Lamentablemente en nuestro Chile, somos unos de los países en el mundo con mayor índice de desigualdad económica, ya que vemos que unos tienen más que otros, y con ese malestar social como consecuencia de ello surge un grupo de indignados que hacen temblar a las instituciones y llevándolas a una crisis que se expresa en los ambientes económicos, políticos, sociales y eclesiales. Sería más fácil escapar para no enfrentar la realidad con un cristianismo piadoso, "pechoño", algo aparentemente inofensivo pero muy peligroso. De esto ya nos advirtió el mártir de El Salvador, el Arzobispo Óscar Romero, que nos dijo que "hemos mutilado mucho el Evangelio" apuntando hacia la comodidad. Actualmente, en la pasada JMJ Rio 2013, Francisco ya nos invitó a "hacer lío", a hacer ruido, a hacer notar que Cristo está más presente que nunca, que no nos ha olvidado, que nos ama, que ama al pecador y que odia el pecado. Con todo este panorama que tenemos, no podemos quedarnos "balconeando la vida" según Francisco, ya que Él no lo hizo quedándose en el balcón sino que se metió en la vida. "Jugar para adelante", hasta "mojar la camiseta".
Con todo el panorama dificil que nos pone la sociedad, también hace que a veces perdamos la capacidad de soñar. Nos pone un panorama tan gris, que a veces terminamos por ver lo mismo. A pedirnos informes o cualquier cosa en esta "cultura de lo inmediato", no nos deja soñar, nos limita, nos pide cosas pero nos deja actuar ni pensar, tanto así que ya nos acostumbramos a la "selva de cemento" y nos olvidamos de tener algún detalle con una persona: una flor, un chocolate, un regalito, o una pastilla, y llega a ser raro cuando tenemos ese detalle con alguien (y claro, porque ahora no es habitual). Todas estas desigualdades e injusticias y dolores nos confrontan y nos interrogan con la pregunta del millón: "¿Por qué el hombre está en el mundo?". Y lejos de las respuestas filosóficas, existencialistas o absurdas, es porque Alguien ama a cada ser humano, porque ese mismo puede amar y ser amado, está en cada uno que sea feliz y no deje que los problemas le borren la sonrisa. El universo no existe por fruto del azar, no vivimos para estudiar y trabajar sin motivo, sino que somos fruto de un proyecto de amor, del que somos obra de sus manos (y gracias a Él, nuestra vida no es un absurdo). Además de regalarnos la vida, nos regala lo más valioso pero que podemos convertirlo en algo peligroso: la libertad, algo que Dios respeta absolutamente, incluso vivir de espaldas a Él. Jesús no nos pide más que ser felices, que seamos nosotros mismos, nada más.
En base del párrafo anterior, volví a realizar otro trabajo personal, no sin antes conversar con el obispo que estaba presente en estos momentos y que después nos acompañó por unos instantes. Realicé un trabajo personal sobre las cosas que para mí son sueños y las que son ilusiones. Pensé en mis dones, con los que trato de servir a Dios en mis hermanos y hacer el bien. He dado con los elementos de la sociedad que dificultan el cumplimiento de los sueños que abrigo, además de la manera que debo combatir contra los antivalores que la sociedad nos impone. Terminé mi introspección con la sugerencia de una pregunta que sería conveniente hacernos a diario, pregunta que el Obispo nos invitó: "¿Qué cosa/s buena/s he hecho el día de hoy?"
He finalizado mi retiro con desafíos a corto plazo, un poco tarde, pero con mi mente ya en calma. Me he encontrado con una amiga que no veía hace tiempo, pero una alegría enorme tras enterarme que ella quiere consagrarse como religiosa y que está viviendo la experiencia con una comunidad de hermanas como postulante. Agradezco también el haber orado intensamente ante el Santísimo Sacramento del Altar unos momentos antes de almorzar y reirme descontroladamente por unos chistes. Ya de noche, me dormí temprano después de una semana muy pesada y con estrés, del que me siento un poco mejor.
Terminaré con dos frases de la película basada en la vida del P. Jerzy Popieluszko, mártir polaco: "Popieluszko. la libertad está en nosotros".
 
"En las ciudades desesperadas, en una tierra desesperada, la gente desesperada busca su Patria. Del miedo ante lo que vendrá ¡Protégenos Señor!"
"Señor, los que conocemos miles de tus caras: sangrientas, moribundas, desfallecidas, afligidas, te rogamos que al acercarnos hacia tus altares nos muestres la cara desconocida. Muéstranos tu sonrisa".

miércoles, 31 de julio de 2013

Resolución musical tras una pérdida: un momento de película.


En una publicación anterior mencioné que mientras escribía dicho post, escuchaba la "Misa de Réquiem" de Andrew Lloyd Webber (el creador de Jesucristo Superstar, Cats, El Fantasma de la Opera, Evita, etc.). Esa obra me acompañó durante los dificiles momentos que viví durante la agonía de mi tío, su muerte, mi dolor, pero también en momentos de serenidad que a veces me acompañó. Todavía me acuerdo de mi tío, aunque no con dolor sino con cariño, porque crecí con él, y durante un poco más de mes no he dejado de oír esa obra, pensando y rememorando mientras escuchaba la obra.
El Réquiem forma parte de la liturgia de la Iglesia antes del Concilio Vaticano II, lo que se conoce actualmente como "Misa de Difuntos", con muchos autores y la mayoría de ellas con estilos diferentes, y esta obra dista bastante de las otras ya conocidas. Esta obra la escribió Lloyd Webber inspirándose en el dolor de los niños que quedaban huérfanos durante la guerra, pero la estrenó al cumplirse 3 años de la muerte de su padre. Por la universalidad con la que se inspiró, además de la orquesta incluyó batería, sintetizador, órgano de iglesia, instrumentos propios de otras culturas, logrando así una riqueza sonora, un dramatismo que habla por sí solo y también, un espíritu de oración y recogimiento. He escrito este post lo más subjetivamente posible, como si ese momento hubiera sido una película y describiendo cada instante con cada movimiento de la obra, como si aquello hubiera sido el soundtrack o "música de fondo" de la "película que estaba viviendo".
El primer movimiento, el "Requiem aeternam", en la que se pide por el difunto el descanso eterno y la luz perpetua, comienza despacio hasta terminar en un crescendo coral. Movimiento inicial que perfectamente me describió al ver a mi tío en un estado lamentable y las lágrimas que derramé al no soportar tanto dolor al verlo así.
 
 
El siguiente movimiento fue el "Kyrie Eleyson" (Señor, ten piedad), continuando con la pomposidad y notas altas del cantante Plácido Domingo y Sarah Brightman, logrando un dueto triste, que describieron en mí las oraciones infantiles y desesperadas con las que elevé a Dios en mi dolor casi egoísta, suplicando tener a mi tío unos años más, o que este momento apartara de mí si fuera posible el dolor de ese entonces.
El "Dies Irae" (Dia de la Ira, el inicio de una larga secuencia que describe lo que sucederá en el día del Juicio Final), yo pensaba si era necesario sufrir de tanta pena, quejándome a Dios por eso. Con un puente musical "casi moderno", recordé mi estado de angustia por el que estaba. El solo de Plácido Domingo luego cubierto por el coro, mi abandono a Dios mezcladas con mis lágrimas que le exigían todavía una respuesta, pero con más calma, suavizadas por el canto de un joven Paul Miles Kingston de 13 años. Luego, otro crescendo, con el que volví a recordar que soy nada en el universo, ante ese "Rex tremendae majestatis" ("Rey de tremenda majestad") por el que vuelvo mi mirada a lo que pasó Job en el Antiguo Testamento, que después de quejarse a Dios de sus infortunios, Él lo miró y le exigió cuentas, y Job comprendió el actuar de Dios.
 
 
Ya en el "Recordare" ("Recuerda, Señor"), con el canto de Sarah Brightman, más que consciente por la inminente partida de mi tío, iniciando suavemente con las notas del órgano. En ese movimiento, pensaba en el dolor que trataba de contener, casi amenazando con desbordarse. Ya con un lento crescendo y empujado con un timbal, mis lágrimas que trataba de contener, se desbordaron... pero consolado por mis compañeros en la universidad, instante que duró por unos momentos.

En el "Ingemisco" ("Gritando como un reo..."), que describe la vergüenza de sentirse pecador y la necesidad del perdón, invocando la misericordia de Dios. Esto describe dos momentos: la necesidad por la que pido a Dios de algún consuelo con un dolor del que apenas puedo beber la hiel de este cáliz (el que sea: alguna persona, un pañuelo, unas palabras, etc.) y casi como un ángel, aparece mi amiga, a quien yo le había pedido solamente una oración y ella accede a consolarme y a quedarse conmigo; y también otro momento es el enterarme de la muerte de mi tío al llegar a casa, ya algo más calmado pero sin deseos de ir a la funeraria para el velorio. Cantando dentro de ese mismo movimiento el "Confuntatis maledictis", pidiendo no ser contado entre los malvados en el infierno sino entre los que están en el cielo, solo me da unas contadas y silenciosas lágrimas, que amenazaban convertir mi calma en otro episodio angustioso y de pena, que superé. Siguiendo con el "Lacrymosa" ("Día de lágrimas"), que pone final a la larga secuencia del Dies Irae, describe la resurrección de todos que para algunos es la condenación y para otros la salvación (pero eterna para ambos estados), elevo una oración por su descanso eterno, ya en calma, como el tema final, con un coro casi celestial.
Con el "Offertorium" (Ofertorio), da un salto del viernes al domingo, día en el que se sepulta a mi tío, descrito con el puente musical con un solo de órgano y acompañamiento de los metales hasta llegar a ser toda la orquesta el acompañamiento. Describe los movimientos de esa mañana y mediodía de ese domingo, entre ir a la funeraria en la mañana y luego ir a casa a almorzar y volver a ir a la funeraria. Ya en el coro posterior, da cuenta del responso que presidió un amigo diácono (al que le pedí que estuviera presente) y del que tuve que leer un texto que escogí para la ocasión, además de la preocupación porque aún no llegaba mi amiga (y que luego me explicó que había locomoción colectiva escasa) y salí a encontrarla mientras iba en camino. Ya con la campanilla al final del tema y un coro que casi se desvanece, ella me sostuvo fuerte la mano como diciéndome "Prepárate para lo que se viene, yo estoy contigo, así que temas que no te dejaré solo" ya que efectivamente, era la hora de partir al cementerio y subir a los vehículos que estaban disponibles, y mi amiga subió a nuestro auto (lo único que deseaba era que no se apartara de mí y no hubo necesidad que yo mismo lo pidiera).
En el "Hossana", el único movimiento de la obra lleno de júbilo, es como si describiera unos breves momentos de alegría por conversaciones triviales como para "pasar la pena" que yo recuerdo. Reí, pero poco, una de las pocas cosas de la que me reí fue por un transeúnte con una risa particular, casi siniestra. Pasamos por el centro, por la Catedral, el "Barrio Chino" y casi al terminar el júbilo, justamente cuando llegamos al cementerio, interrumpe el solo de órgano mientras Sarah irrumpe con las 3 primeras líneas del Dies Irae ("El día de la ira será aquel día en el que los siglos se reduzcan a cenizas, siendo testigos David y Sibila"), casi como invitándome a leer la frase grabada en su entrada y a recordarnos a lo que veníamos: "Esta es la mansión del luto, a do el débil como el fuerte, corrido el plazo absoluto, vienen a rendir tributo a la inexorable muerte". El coro canta casi en voz baja, mientras en silencio sacan el ataúd de la carroza fúnebre los funcionarios de servicio fúnebre. Con unas suaves notas del sintetizador evocando la melodía del "Recordare", mi amiga me sostiene y me arregla la bufanda que cuelga de mi cuello por lo helado que es el cementerio, mientras ingresamos al campo santo, son soltar mi mano que ella sostiene suavemente pero conservando una fortaleza especial.
http://www.youtube.com/watch?v=dBfzz6B8xGo


En el "Pie Jesu", recuerdo que caminábamos en silencio en el cementerio, enganchado del brazo de mi amiga, mientras Sarah cantaba. Este movimiento dice "Piadoso Jesús, que quitas el pecado del mundo, dales el descanso. Piadoso Jesús, que quitas el pecado del mundo, dales el descanso. Cordero de Dios. Piadoso Jesús, que quitas el pecado del mundo, dales el descanso eterno". La voz de Paul Miles Kingston me recuerda cuando cruzamos las tumbas de niños y bebés, que no hizo más que acentuar mi dolor. En el pequeño puente musical, le pedí a mi amiga un abrazo con una vez casi quebrada y tratando que no se me notara, y al cantar el "Agnus Dei" (Cordero de Dios) rompí a llorar desconsoladamente apenas sentí ese contacto físico que me desarmó completamente pero siempre sostenido por los suaves, fuertes y cálidos brazos de mi amiga. El fin apacible de ese movimiento, es como si describiera ese intercambio de palabras que tuvimos y mi regreso del "misterioso país de lágrimas" por unos minutos, del que ella no cesó de sostenerme.


Y en cuanto al "Lux aeterna & Libera me", solo canta las primeras líneas del Lux aeterna: "Que la luz eterna brille para ellos, Señor, en medio de tus Santos porque eres misericordioso". Luego canta Plácido Domingo continúa con el "Libera me": "Líbrame, Señor, de la muerte eterna, en aquel tremendo día, Cuando tiemblen los cielos y la tierra. cuando vengas a juzgar al mundo con el fuego. Temblando estoy y temo, mientras llega el juicio y la ira venidera. Escucha mi oración. Líbrame, Señor, de la muerte eterna. El día de la ira, aquel día, día de calamidad y miseria". Durante todo ese rato, recapitulo todo lo que he vivido ese fin de semana. Y casi como detenido por esos recuerdos que me impiden superar la pena, puesto que mi tío ha estado desde que era niño, el canto de Paul del "Dale, Señor, el descanso eterno y que brille para él la luz perpetua" es como si pensara solo en ello. Paul lo canta suavemente, hasta que el órgano lo interrumpe sorpresivamente con notas violentas y estruendosas, hasta dar miedo, el mismo momento que dejo el "país de los muertos" casi como yo diera un feroz grito y regreso violentamente después del duelo, acabando esas notas con unos timbales. Y Paul sigue cantando la palabra "perpetua" (pues el latín decía "et lux perpetua luceat eis") ya perdiendo intensidad y haciéndose cada vez más inaudible, como dejando ir finalmente a mi tío que descanse, pues mis recuerdo de infancia con él han sido bonitos. Y bien, la obra terminó, y también terminó mi dolor, pues ahora lo recuerdo con cariño.


Unos días después se cumplirán dos meses de la muerte y sepultura de mi tío, y ya me siento mejor. No quiere decir que lo he olvidado, pero ya lo he aceptado. Con mi amiga y mi familia, no pido nada más. He orado pidiendo un consuelo, ya que no podía pedir que tuviera un poco más a mi tío y necesitaba fuerzas, por lo que pedí un consuelo de cualquier tipo (una persona, un pañuelo, unas palabras, un abrazo, algo de calidez para la fría muerte, etc.) y justo aparece mi amiga, que Él me manda como un ángel de la guarda (Gracias amiga).
Gracias Señor. Deo gratias.


P.D.: Solo he puesto estos links, faltan más, pero en YouTube no están todos.

¿In/tolerancia? ¡Maldita sea la relatividad!


Lo mismo de siempre: escribo, dejo de escribir, y vuelvo a escribir, y desaparezco nuevamente. Lo malo de casi no tener tiempo es que te hacen olvidar lo que quieres escribir y lo hacen de la manera más cruel: "apagando el fuego", quitándome las ganas de escribir. Y bueno, escribo nuevamente por algo que urge darlo a conocer.
El tema de tolerancia e intolerancia (depende de la lupa que quieras usar) ha estado últimamente en boca de todos. Como bien saben, un grupo de abortistas irrumpió violentamente a la Catedral Metropolitana de Santiago con su propaganda contra la vida humana interrumpiendo una celebración de la memoria de Santiago Apóstol con gritos, blasfemias, destrucción del inmueble, rayados y cuánto se le ocurrieron. Afortunadamente, no alcanzaron a profanar el altar porque los fieles los sacaron a la fuerza a la calle.
Independiente de que no se puede estar en contra del infanticidio que algunos quieren llamar "terapéutico" (como si un pequeño ser humano fuera un tumor), el tema es que si los mismos que dicen querer tolerancia y no la practican (diciendo que nosotros como Iglesia somos intolerantes). Obviamente ¿Qué le podría decir a alguien que me dice intolerante porque no cedo a su postura? "La Iglesia es intolerante es sus principios porque cree en lo que enseña y es tolerante en la práctica pastoral porque ama, y yo soy Iglesia".
Aunque no me da miedo de proclamar mi fe en público ni las consecuencias de ello, temo por otras personas que sí tienen miedo, incluso la Catedral de mi ciudad (en la que participo) tiene rejas. Siempre me preguntan por las rejas, aludiendo a argumentos pueriles (por no creer en la Iglesia), aunque el sentido es otro: "No nos sentimos seguros ni siquiera en la iglesia".
Sobre ello, quiero compartir una nota escrita especialmente sobre este tema. Me lo hizo llegar un amigo sacerdote de la Congregación Salesiana, el P. Sebastián Muñoz, a quien le agradezco su amistad desde mis años de liceano en una obra salesiana (y si él lee esto, le agradezco nuevamente que me haya permitido compartirla):

 
 
La no discriminación y la intolerancia (P. Sebastián Muñoz, sdb).
 
Quisiera realizar una breve reflexión a partir de los últimos acontecimientos ocurridos dentro de la catedral de Santiago, en la cual, un grupo pro aborto entró en el histórico templo, en el que además la Arquidiócesis celebraba su fiesta patronal y sin ningún respeto a lo que se estaba realizando, profirieron  gritos e insultos con una violencia extrema, destruyendo bancas, confesionarios y rayando con frases ofensivas las columnas, las  paredes y los altares laterales.
También quisiera recordar como el año pasado un grupo de animalistas entró en la Catedral de Punta Arenas, la cual se preparaba para empezar la misa y por no estar de acuerdo con las opiniones del Obispo subieron al altar, saltaron sobre él hasta romperlo y patearon los cálices y las patenas, lanzando gritos e insultos.
Me pregunto qué es lo que está ocurriendo en nuestro país, no es mi intención en este comentario discutir sobre el tema del aborto, sino más bien,  en la paradójica actitud de quienes, por una parte,  denuncian sentirse discriminados, y por otra, teniendo presente la evidencia de los hechos, actúan con actitud de tal intolerancia, que recurren a la violencia, llegando incluso a agredir físicamente a quienes no piensan como ellos. Me pregunto, ¿qué puede hacer la razón frente a este tipo de hechos? Solo digo que la historia reciente de nuestro país ya nos ha dado la respuesta.
Es interesante como en nuestra sociedad se da tan fácilmente el siguiente silogismo, y lo pongo con el siguiente ejemplo: Primera tesis: “En la sociedad no se debe discriminar a los homosexuales”. Segunda tesis: “La iglesia no está de acuerdo con el matrimonio homosexual y la adopción de hijos por parte de ellos”. Conclusión: “La iglesia discrimina a los homosexuales”. Al ver esta gratuita conclusión, vemos nuevamente como se juega con las palabras para afirmar conclusiones que van en directa contradicción con los derechos a la libre expresión. ¿Es acaso una discriminación el pensar distinto? ¿Estamos agrediendo a estos grupos por pensar distinto? ¿Se imaginan que yo, como cristiano, vaya a la sede del Partido Radical a acusarlos de discriminación por decir de que Dios no existe y que atenta contra mis opciones creyentes, y que además comienzo a arrojarles piedras y a destruir todo su mobiliario? creo que haría el soberano ridículo. Ahora vemos que la Iglesia Católica, en un país que consagra en su constitución la libre expresión, no pueda expresar sus convicciones sin que se le ofenda y se le agreda.
Como cristiano y católico, tengo mis convicciones que comparto con muchos chilenos y con otros no, pero por eso, no debemos dejarnos llevar por la funesta intolerancia que a lo largo del tiempo  ha traído violencia y muerte, y ha llevado a contradicciones vitales a todas la ideologías y filosofías (ver dictadura militar en Chile y en Cuba), incluso la misma iglesia católica, puesto que  a lo largo de la historia, han llegado a matar a quienes no piensan como ellos y quien lo quiera negar sería un iluso y un ingenuo. Debemos aprender de nuestro pasado para evitar que nuestras diferencias se conviertan en leña que alimente el fuego del odio.
 


viernes, 14 de junio de 2013

Beber un cáliz de amargura, compartido.


Lo malo de la vida universitaria es que te llenan de trabajos, textos, guías, y no te dejan vida propia. Pero me he hecho el tiempo para escribir esta publicación mientras escucho la Misa de Réquiem de Andrew Lloyd Webber (la grabación con Plácido Domingo, una veinteañera Sarah Brightman y Paul Miles Kingston como solistas).
La imagen que escogí es una escena de la película "Juan Pablo I: La Sonrisa de Dios" en la escena en que el Cardenal Albino Luciani pide a Dios con lágrimas que su destino sea otro, puesto que la Hermana Lucía, una de las videntes de Fátima, le anunció que él sería el próximo Papa pero que sería muy breve porque morirá, encuentro que se dió mientras él, en calidad de Patriarca de Venecia, fue con una delegación a peregrinar hasta dicho santuario. Y bueno, me he sentido así la semana pasada, orando con lágrimas y casi en el suelo pidiendo que aquello no sucediera, aún cuando yo sabía que pasaría.
Hace una semana, moría mi tío producto de una leucemia. Ese día, fui temprano a la universidad a avanzar un trabajo. Al avanzar tras dos horas y media, llego a casa. Me llevo la sorpresa que no había nadie, aunque ya estaba hecho el almuerzo y la música sonaba, estuve en cada rincón de la casa y no había nadie. Llamé a mi madre, y me dice que mi tío está muy mal, y escucho además unos fuerte quejidos roncos. Como la casa de mis tios queda cerca, fui con prisa y diviso una ambulancia fuera de ella. Mis familiares estaban preocupados, algunas con el maquillaje corrido por las lágrimas, y esos quejidos me sobrecogieron de sobremanera, y no sé como me mantuve íntegro mientras veía como sacaban a mi tío en camilla con un respirador, y esa fue mi última imagen de él, una imagen que distaba mucho de como era él cuando estaba conmigo, practicamente crecí con él, ya estaba desde que era un niño. En casa, no hacia más que hacer oraciones infantiles pidiendo que no se lo llevara, que quería tenerlo aún con nosotros, lloraba en silencio. En casa notaron que no era el de siempre, y me dijeron que si no me sentía con ánimos de asistir a clases que faltara, pero fui igual, aunque estando en medio de mis compañeros me quebré entre lágrimas. Al llegar a casa después de caminar para intentar despejarme, me avisan que mi tío falleció mientras estaba en la universidad. Mis padres estaban por ir a la funeraria por el velorio, pero no me sentí con ánimos.
A la mañana siguiente, mis padres fueron nuevamente a la funeraria, yo quise ir después. Estaba por salir de casa, cuando recibo una llamada de mi amiga, por lo que salgo a encontrarla y una vez juntos, fuimos allá. Estuve tranquilo, ella me consoló y me aconsejó... y eso que ayer, en mi momento de debilidad, le mandé un mensaje pidiéndole que rezara por mí por la situación que pasaba, pero ella quiso estar conmigo, no quiso dejarme solo. Ambos buscamos un diácono para el responso del día siguiente antes que se lo llevaran al cementerio. Tuve que buscar un texto para ese momento, ella me ayudó a escoger uno de los tres que he elegido, y fue de la Primera Carta de San Pablo a los cristianos de Tesalónica (quienes aún les costaba creer en la resurrección por no abandonar todavía su pensamiento helénico). Estuve un rato durante la tarde, pues tenía prueba el lunes.
El domingo llegó ese momento, mi amiga no alcanzó a llegar al responso pero estuvo justo a tiempo, porque instantes después llegó personal de la funeraria para llevárselo. Ella fue con la familia al auto, no soltó mi mano. Me arregló la bufanda en el cementerio por el frío propio de la mansión del luto, todo en silencio. No quise hablar, aunque mis lágrimas ya amenazaban con escapar al momento de pasar entre las tumbas de bebés y niños. Mientras lo depositaban, le dije sin decir por favor y muy serio "dame un abrazo" y apenas recibí un abrazo poderoso, me derrumbé llorando, desmadejado, temblando convulso, consciente de mi mortalidad, vulnerable, con serenidad, intercambiando palabras, recibiendo apoyo y consuelo, hasta mojar su hombro de tanto llorar. Ella no me ha dejado solo.
Al menos mi tío dejó de sufrir porque ya no se encontraba en buenas condiciones hace unas semanas antes, recordé lo transitoria que es la vida, nuevamente he corroborado lo valiosa que es mi amiga (mucho más que el oro), que nunca estaré solo en la vida. Acabo de confirmar realmente que quejarse con Dios de nuestros problemas no es malo (yo mismo decía eso, y luego lo dijo el Papa Panchito dentro de esa semana, y la noche anterior a su muerte yo confirmaba aquello), y que no siempre Dios te va a responder o te dará lo que preguntas o pidas porque Su lógica no es la misma que la nuestra, por eso Su lógica es locura para los hombres. Recordé además que no es bueno estar sordo a lo que Él nos quiere decir.
Quisiera terminar con unas palabras que me decía un amigo chino de los Legionarios de Cristo, de seminarista en Roma, que la muerte nos choca bastante y nos duele, pero que es una puerta para acercarnos más a Él, algo que todo tenemos que enfrentar. Me dijo que podía quejarme con Dios todo lo que quiera, porque es mi amigo y mi Padre, y me entiende porque Él también murió, por tí y por mí. También me deseó que Dios me dé el abrazo que necesito... pero ya lo he recibido, y más de una vez, en la persona de mi amiga.
 
 
"Pie Jesu" ("Misa de Réquiem" de Andrew Lloyd Webber)
Sarah Brightman y Paul Miles Kingston.
 
"Hermanos, deseo que estén bien enterados acerca de los que ya descansan. No deben afligirse como hacen los demás que no tienen esperanza.
¿No creemos que Jesús murió y que resucitó? De la misma manera, pues, Dios hará que Jesús se lleve con él a los que ahora descansan.
Les damos esto como palabra del Señor: nosotros, los que ahora vivimos, si todavía estamos con vida cuando venga el Señor, no tendremos ventaja sobre los que ya han muerto.
Cuando se dé la señal por la voz del arcángel y la trompeta divina, el mismo Señor bajará del cielo. Y primero resucitarán los que murieron en Cristo.
Después nosotros, los vivos, los que todavía estemos, nos reuniremos con ellos, llevados en las nubes al encuentro del Señor, allá arriba. Y estaremos con el Señor para siempre.
Guarden, pues, estas palabras, y confórtense unos a otros".
 
(1 Tesalonicenses 4, 13-18).

miércoles, 15 de mayo de 2013

Zoquetes, zoquetes everywhere!


Vuelvo a las andanzas después de días sin motivación alguna para escribir, pero jamás pensé en abandonar el espacio que yo me hecho en estos lares de la web, para decir verdades y hablar de mis manías (cosa que haré en este ratito). Y bueno, pasaron muchas cosas: llegó la solución para los que estudiábamos en la Universidad del Mar (o para algunos, la "Universidad del Mal", suena como una especie de escuadrón para los villanos), la consagración del pontificado de nuestro Papa "Panchito" a la Virgen de Fátima al cumplirse 2 meses de su elección como Sumo Pontífice de la Iglesia Universal y Siervo de los Siervos de Dios, un compañero de curso se accidentó por la negligencia de tipos al volante (ahora hay campañas para recolectar fondos para Jean y su operación, y para su familia que no tiene hacia donde ir porque a él lo trasladaron), salió a la luz un horrendo crimen contra un bebé por parte de una secta tras su ignorancia en materia teológica (una concepción New Age y mala interpretación sobre el fin del mundo) ocurrido el año anterior un mes antes del 21 de diciembre de 2012 y las mañas del líder de la secta (que se suicidó en otro país), etc.
Volviendo al tema, existen varias personas que en nuestro entorno (universidad, liceo, colegio, trabajo, etc.), se dedican al dulce arte de fastidiar al prójimo (como decía el P. Fortea) y del que nosotros mismos hemos sido víctimas. Por lo general, algunos no tienen vida propia y se dedican a indagar en las vidas ajenas (por lo que no es de extrañarse que sean chismosos o que siempre en sus temas de conversación sean sobre otras personas), o bien lo hacen porque no son creativas (fastidian porque "están aburridos"). Algunos lo hacen por envidia, por intolerancia religiosa (en mi caso ha sido notorio, incluso me golpearon), o porque les recuerdan a alguien (y no lo confiesan), o están enamorados, o porque para ellos somos como "ají en el  recto", etc., las motivaciones son diferentes pero siempre tienen la misma intención: irritarnos (y a veces lo consiguen, si para eso tienen vocación).
Es cosa de pensar que si estamos en boca de esos fulanos ¿Será acaso porque nuestros nombres son dulces para ellos? ¿O tendrán alguna fijación especial en nosotros? Si la persona que me fastidia es del sexo opuesto, le agradecería por amarme tanto, pero que esa persona no es de mi tipo; y si la persona fastidiosa es del mismo sexo, bueno, también le agradecería por amarme tanto, pero "yo le hago al Necaxa" (como decía Ron Damón, Q.E.P.D.). O si nos buscan, mejor decirles "No estoy... no estoy disponible" XD
Sobre estas personas (que llamaremos "zoquetes", un término del que aprendí con la serie Los Simpson), las clasificaremos en distintos tipos. En mi caso, he visto zoquetes esféricos (donde se le mire es un zoquete), el zoquete petulante (el que está orgulloso de sus zoquetadas, llegando a presumir), el zoquete telescópico (a distancia se nota que es zoquete), el zoquete optimista (él piensa que no es zoquete), el zoquete fosforescente (hasta en la oscuridad irradia que es zoquete), el zoquete escritor (escribe zoquete con S), el zoquete simpático (todas sus zoquetadas dan risa), el zoquete trabajador (todo el día hace zoquetadas), el zoquete del campanario (es tan, tan, tan, tan, pero tan zoquete), el zoquete líder (todos los zoquetes lo siguen), el zoquete con esperanza (jura que lo zoquete se le quitará), el zoquete consciente (sabe y tiene asumido que es un zoquete), el zoquete filósofo (el que se pregunta zoquetadas y el por qué de sus propias zoquetadas), el zoquete ambicioso (sueña con ser ser un gran zoquete), el zoquete monotemático (su único tema de conversación son zoquetadas), el zoquete aplicado (siempre se preocupa de aprender nuevas zoquetadas), el zoquete ignorante (todos saben que es un zoquete, menos él), el zoquete simpático (todas son zoquetadas son motivo de risa), el zoquete radioactivo (irradia su condición de zoquete), el zoquete añejo (conforme pasa el tiempo, se vuelve más zoquete), el zoquete clandestino (para hacer zoquetadas se esconde), el zoquete porfiado (el zoquete que insiste en la misma zoquetada varias veces, yo lo consideraría el zoquete en su más alta expresión, porque son bastante irritantes XD), el zoquete ecológico (es zoquete por naturaleza), el zoquete calvo (cree que no tiene un pelo de zoquete), el zoquete amigable (tiene amigos zoquetes, por lo general fastidian en grupos porque solos no se atreven, es común verlos silbar y gritar piropos a las mujeres que van pasando, lamentablemente también se dedican al acoso y al bullying T.T), el zoquete campeón (nadie le gana haciendo zoquetadas), el zoquete apestoso (a lo lejos huele a zoquete, y todos los notan), el zoquete hiperactivo (hace una zoquetada tras otra, y son bastante odiosos XD), el zoquete astuto (a todos los hace zoquete), el zoquete alegre (se ríe de cualquier zoquetada), el zoquete pesimista (cree que es el único zoquete), el zoquete osado (se atreve a hacer cualquier zoquetada sin pensar en las consecuencias), el zoquete enciclopédico (sabe un montón de zoquetadas, a tal punto que uno nunca sabe como se puede llegar a ser tan zoquete), el zoquete ególatra (no hace más que hablar y presumir de sus propias zoquetadas), el zoquete burócrata (hace zoquetadas en horario de oficina, de lunes a viernes), el zoquete con binoculares (tiene una gran visión para hacer zoquetadas), el zoquete dualista (es zoquete por partida doble), zoquete con vocación a fastidiar al prójimo (es zoquete y hace zoquetadas con mala intención, es el más común), el zoquete loco (grita a los cuatro vientos que es un zoquete), el zoquete neurótico (los nervios lo ponen zoquete), el zoquete en forma (no se cansa de hacer zoquetadas, y se entrena para ser zoquete), el zoquete paranoico (cree que todos saben que es zoquete), el zoquete invisible (es tan zoquete que nadie lo puede ver), el zoquete ubicado (sabe los momentos indicados para ser zoquete, lástima que sean tan pocos porque son bien tratables, se puede razonar con ellos, incluso se puede hacer zoquetadas en compañía y sin dañar a los demás), el zoquete flourescente (hasta en la noche se nota que es zoquete), el zoquete misterioso (no se sabe porque es tan zoquete, como Quico), el zoquete boca floja (el zoquete que nunca para de hablar zoquetadas), el zoquete conquistador (el que se descubrió a sí mismo como zoquete), el zoquete 333 (el zoquete que es "medio bestia"), el zoquete músical (canta zoquetadas y lo hace mal), el zoquete polifacético (el zoquete que cumple más de una clasificación de zoquetes), el zoquete macro (el que cumple todo lo anterior) y la lista sigue...
Algunos de ellos, son insoportables o otros, más simpáticos. Algunos son nuestros amigos, y otros se convierten en nuestros enemigos aunque nunca les hemos hecho algo. De cualquier manera, nunca usar la agresión contra ellos (ni pistolas, ni cuchillos, ni nada de eso), aunque se puede ser irónico, responder con amabilidad ("enseñar a la gente a ser gente", como decía papá), o ignorar sus idioteces (esto es más dificil, porque requiere todo un trabajo interno). Pero la base de todo es la comprensión y la misericordia (que en latín significa algo así como compartir en el corazón las miserias del otro). Total, de todo hay en la Viña del Señor.

sábado, 20 de abril de 2013

Un pequeño descargo tras días sin escribir.


Después de unos días sin saber que escribir y sin motivación alguna (aunque tengo anotado algunas sugerencias de temas para próximas publicaciones por consejo de mi amiga), pensé y pensé, y de pronto reparé en un aspecto personal del que muchos tienen alguna noción pero no saben como comprendernos por parecer algo extraños, y no los culpo. Algunos me conocen por ser sensible, pero la verdad es que todos los somos, con la diferencia de quienes somos más emotivos, somos "Personas Altamente Sensibles". Este es un concepto en psicología que consiste en una mayor sensibilidad del sistema nervioso frente a los estímulos que recibimos de nuestro entorno, un sistema nervioso poco común. Carl Jung la define como la "sensibilidad innata".
Si las personas sensibles no existiéramos tal vez nadie sería tímido, nadie tendría baja tolerancia al caos y al desorden (ruidos fuertes, malos olores, luces fuertes, etc.), nadie tendría tendencia a la ansiedad o a la melancolía o a los estados depresivos, nadie se incomodaría por sentirse observado, no existirían problemas para manejar situaciones estresantes; pero tampoco existirían las artes, no existiría el interés por aliviar el sufrimiento ajeno, no existirían los consejeros, no existiría la habilidad para captar "mensajes subliminales" y demás sutilezas, no existiría el rechazo a la rutina y a la costumbre, no existiría verguenza para llorar y demostrar sentimientos, no existiría visión de humanidad y tampoco existiría la negación a lo superficial.
De alguna manera, somos rebeldes sin serlo ante una cultura agresiva de la represión de nuestra condición de seres humanos, de la extroversión y de la dureza. No hemos elegido tener un sistema nervioso fuera de lo común.
No es culpa nuestra si nos abrumamos con tanto ruido e imágenes o si nos molestamos con tanto trabajo en tan corto tiempo. Nos llaman tímidos, inhibidos o introvertidos (yo mismo me reconozco tímido), pero no tenemos una enfermedad y tampoco somos superiores a los demás ni tenemos que presumir de nuestra condición, no somos llorones ni temerosos ni cobardes, solamente vemos el mundo de otra manera, con profundidad, por lo que no nos gusta que nos apuren porque antes de actuar observamos por mucho tiempo, nos aburren las trivialidades, nos damos cuenta del estado de ánimo de nuestros amigos y familiares por lo que sugerimos que no nos mientas diciéndonos que no pasa nada (captamos sutilezas) pero preferimos preguntar para no obligarte. Muchos de ellos son atentos, otros son productivos, otros son pensativos, otros excelentes estrategas, otros tienen facetas artísticas (música, danza, literatura, etc.). No tememos llorar desconsoladamente o reir de manera escandolosa.
No es un trastorno, sino un rasgo, por lo que no hay cura para eso, pero sí la manera de encauzarlo. Nos gusta recibir cariño y al mismo tiempo, darlo con ternura y en abundancia. Que nadie se extrañe si vibro con lágrimas ante la escena de una película o con una pieza musical, porque la emoción quiere ser física y no un mero concepto, por eso se apodera de nosotros tan fácilmente, porque buscamos una comprensión más profunda de las emociones y sentimientos del ser humano.
No me considero parte de una minoría oprimida por los faltos de comprensión, tampoco me considero un ciudadano de segunda clase, pero sí me considero un observador poco común, un "extraño en un mundo extraño", una de las razones por la que he creado un blog bautizado con ese nombre en comillas.
Asi que advierto que si me piden que no me tome tan en serio los problemas de otros, no puedo hacerlo, no podemos no sentir el dolor de los demás (o el tuyo); y tampoco se extrañen si les doy demasiado afecto o si soy demasiado tierno y cariñoso.
No somos especiales, solo vemos el mundo con otros ojos.

viernes, 12 de abril de 2013

¡Miren! ¿Quién es? ¿Es Juan 23? ¿Es Juan Pablo 1? No... es Francisco lavando los asquerosos pies del siglo XXI para preparar los corazones.

 
"Et ego, Giorgius Marius Cardinalis Bergoglio spondeo, voveo ac iuro. Sic me deus adiuvet et haec sancta dei evangelia quae manu mea tango".
(Y yo, Jorge Mario Cardenal Bergoglio prometo, me obligo y juro. Que Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano).


Así, durante el cónclave del mes pasado, 12 de marzo de 2013, juraba ante las Sagradas Escrituras el Cardenal Jorge Mario Bergoglio como cada uno de los 115 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina para la elección del próximo Sucesor de Pedro. Y sin que ninguno de nosotros se lo imaginara, el cónclave fue muy corto, finalizando apenas al día siguiente con la elección del Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina, el lobo estepario de Latinoamerica, el que es como es estando en los altos círculos del poder o compartiendo con su pueblo en las villas y periferias hundidas en la miseria, hablando a cada uno de ellos en un solo idioma en común. De esta manera, hoy se cumple un mes después de su elección como Sumo Pontífice, tomando su nombre como Francisco, para acordarse de los pobres (lo que le dijo su amigo brasileño el Cardenal Hummes fue que no se olvidara de los pobres) y además, para reformar la Iglesia en la humildad y en el amor como el Santo de Asís, sin saber que pronto ese cardenal que siempre se identificaba como un simple cura pusiera de cabeza a la Santa Sede, desconcertando a la curia y a los funcionarios, sembrando dudas en autoridades y gobernantes, y ganas de abrazarlo en todo el mundo, buscando ser parte de alguna de sus florecillas aunque sea por unos momentos. Como candidato lo descarté y tenía otros, pero me alegré mucho cuando supe que fue elegido, pues ya conocía de antemano su celo pastoral por Dios y por la gente. Y como señal externa de adhesión a estos nuevos aires de cambio, para mi servicio como acólito he decidido cambiar mi crucifijo de metal por una cruz de madera, no por humildad o sobriedad estética, sino para volver a lo fundamental, volver a Dios y buscarlo en los lugares y momentos menos pensados: no en las cosas grandes, sino en las cosas pequeñitas.
Es curioso saber que en el cónclave anterior (2005) fue segundo entre los favoritos, después de Joseph Ratzinger, pero sin ocultar las lágrimas de sus ojos antes sus hermanos cardenales, pidió que todos sus votos se lo dieran a Ratzinger, por lo que este cardenal alemán, muy emocionado, aceptó su elección como Papa tomando el nombre de Benedicto para homenajear a uno de su predecesores que llevó este nombre, aludiendo a la paz que necesita un mundo lleno de conflictos al iniciar este siglo XXI. El Papa del que hablaba es de Benedicto XV, el Cardenal Giacomo della Chiesa, que hace 3 meses de su elección le fue entregado el capelo cardenalicio de manos de San Pío X, sin imaginar que guiaría a la Iglesia en uno de los momentos más difíciles para la humanidad como la Primera Guerra Mundial, negociando, realizando campañas efectivas de ayuda, y consolando afectivamente a las víctimas de la irracionalidad de la guerra.
Por esta razón, quiero dedicar este post al Papa Francisco, recordando nuestra alegría no solamente porque el Papa sea latinoamericano, sino porque Dios se ha hecho presente en la historia en esta Su Iglesia, animándola y vivificándola con el Espíritu Santo a pesar de nuestros errores, y con ese amor incondicional tengo motivos suficientes como para estar muy contento de permanecer en la Iglesia, queriendo vivir y morir en ella. Comparto con ustedes algunas imágenes (que no son pocas) acompañadas de frases pronunciadas como Papa y como Cardenal, sin específicar orden, dando cuenta de su calidad de profeta, sin temer a ser incendiario en sus palabras, y con un gran amor por la personas.
 
 

"Soy un gran pecador. Confiando en la misericordia y en la paciencia de Dios, en el sufrimiento, acepto" (Su respuesta ante la pregunta ritual del Cardenal Giovanni Battista Re, Vice-Decano del Colegio Cardenalicio, si él acepta su elección canónica como Sumo Pontífice).



"Hermanos y hermanas, buenas tardes. Saben que el deber de un cónclave es dar un obispo a Roma y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo, pero ya estamos aquí" (Un saludo tímido y cariñoso al mundo fueron sus primeras palabras como Papa).
 
 

"Nosotros podemos caminar todo lo que queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no proclamamos a Jesucristo, la cosa no va. Nos convertiremos en una ONG piadosa, pero no en la Iglesia, la esposa del Señor".

 
 
"El Papa ha de servir a todos, especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños".
 
 
 
"Cuando vayas subiendo, saludá a todos. Son los mismos que vas a encontrar cuando vayas bajando".
 
 
 
"La esclavitud no está abolida. En esta ciudad (Buenos Aires) está a la orden del día... En esta ciudad se explota a trabajadores en talleres clandestinos, y si son emigrantes se les priva de la posibilidad de salir de ahí. En esta ciudad hay chicos en situación de calle, desde hace años. Hay muchos y esta ciudad fracasó y sigue fracasando en librarnos de esa esclavitud estructural que es la situación de calle. Se somete a mujeres y a chicas al uso y al abuso de su cuerpo".
 
 
 
"Los derechos humanos se violan no solo por el terrorismo, la represión, los asesinatos... sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y estructuras económicas injustas que originan las grandes desigualdades".
 
 
 
"Nos acostumbramos a levantarnos cada día como si no pudiera ser de otra manera, nos acostumbramos a la violencia como algo infaltable en las noticias, nos acostumbramos al paisaje habitual de pobreza y de la miseria caminando por las calles de nuestra ciudad".
 
 
 
"En nuestra región eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio. Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación".
 
 
 
"Una vez más se avanza deliberadamente en limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer".
 
 
 
"Los más pobres, los que para los suficientes, no cuentan, pero aquí sí que son tenidos en cuenta. No tenemos derecho a agacharnos, a bajar los brazos llevados por la desesperanza, recuperemos la memoria de esta patria que tiene madre, recuperemos la memoria de nuestra madre, todos miremos a la Virgen y todos juntos pidámosle que no nos suelte de la mano".
 
 
 
"El que no ama no honra su deuda de persona. Quien no tiene su corazón abierto al hermano de cualquier raza, de cualquier nación, no cumple con su deber, y su vida termina siendo como un pagaré impago y es muy triste terminar la vida sin haber honrado la deuda existencial que todos tenemos como personas. El amor es algo concreto. Los conceptos no se aman, las palabras no se aman, se aman las personas".
 
 
 
"El sufrimiento de inocentes y pacíficos no deja de abofetearnos; el desprecio a los derechos de las personas y de los pueblos más frágiles no nos son tan lejanos; el imperio del dinero con sus demoníacos efectos como la droga, la corrupción, la trata de personas, incluso de niños, junto con la miseria material y moral son moneda corriente".
 
 
 
"Poco a poco nos acostumbramos a oír y a ver, a través de los medios de comunicación, la crónica negra de la sociedad contemporánea, presentada casi con un perverso regocijo, y también nos acostumbramos y convivimos con la violencia que mata, que destruye familias, a viva guerras y conflictos".
 
 
 
“No tengas miedo, no temamos; no esquivemos la certeza que se nos impone, no rechacemos la esperanza. No optemos por la seguridad del sepulcro, en este caso no vacío sino lleno de la inmundicia rebelde de nuestros pecados y egoísmo. Abrámonos al don de la esperanza".
 
 
 
"Nadie se hace cargo de lo que hay que hacer y de lo hecho. Parecería un juego inconsciente: ´nadie fue´ es, en definitiva, una verdad y quizás hemos logrado ser y sentirnos ´nadie´".
 
 
 
"Debemos escuchar, acompañar y comprender desde nuestro lugar a fin de salvar las dos vidas: respetar al ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden preservar su vida, permitir su nacimiento y luego ser creativos en la búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo".
 
 
 
“Nunca podremos enseñarle a un chico el horizonte de grandeza de la patria si usamos nuestra dirigencia como escalón para nuestras ambiciones personales, para nuestros mezquinos intereses, para promover a los enemigos que nos sostienen. Cuando nuestros chicos nos ven a nosotros dirigentes que les damos este testimonio de bajeza no se animan a soñar y a crecer”.
 
 
 
"Los que aman con todo su ser, aun llenos de debilidades y límites, son los que vuelan con ligereza, libres de influencias y presiones".
 
 
 
"En la voracidad insaciable de poder, consumismo y falsa eterna juventud, los extremos débiles son descartados como material desechable de una sociedad que se torna hipócrita, entretenida en saciar su "vivir como se quiere" (como si eso fuera posible), con el único criterio de los caprichos adolescentes no resueltos".
 
 
 
"Veo las faltas de la Iglesia como las de mi madre".
 
 
 
"Muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica y otros no son creyentes, pero respetando las conciencias de cada uno os doy mi bendición, sabiendo que cada uno de nosotros somos hijos de Dios".
 
 
 
"El odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida".
 
 
 
"El Señor no se cansa de perdonar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón".
 
 
 
"Cristo es el centro, no el sucesor de Pedro".
 
 
 
"Una madre se defiende con el corazón lleno de amor, antes de usar la palabra. Me pregunto si en el corazón de muchos de los que entran en esta dinámica de los escándalos habrá amor por la Iglesia".
 
 
 
"Preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres".
 
 
 
"Los momentos más lindos como cura son los que pasé con la gente. Eso me queda siempre en el corazón, el haber caminado junto a un pueblo que busca a Jesús".
 
 
 
"En esta civilización hedonista, consumista, narcisista, nos estamos acostumbrando a que hay personas desechables".
 
 
 
"El sistema ha caído en un vasto cono de sombra, la sombra de la desconfianza. Algunas promesas y enunciados suenan a cortejo fúnebre: todos consuelan a los deudos, pero nadie levanta al muerto".
 
 
 
"Entre una Iglesia accidentada que sale a la calle y una Iglesia enferma de autorreferencialidad, no tengo ninguna duda: prefiero la primera".
 
 
 
"Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu".
 
 
 
"Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen "Herodes" que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer".
 
 
 
"Tratamos de llegar a las personas que se encuentran lejos mediante los medios digitales, la red y los mensajes cortos".
 
 
 
"La ternura no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor".
 
 
 
"No debemos tener miedo de la bondad ni de la ternura".
 
 
 
"Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños".
 
 
 
"¿Y nosotros nos vamos a quedar en casa? ¿Nos vamos a quedar en la parroquia, encerrados? ¿Nos vamos a quedar en el chimenterío parroquial, o del colegio, en las internas eclesiales? ¡Cuando toda esta gente nos está esperando! ¡La gente de nuestra ciudad! Una ciudad que tiene reservas religiosas, que tiene reservas culturales, una ciudad preciosa, hermosa, pero que está muy tentada por Satanás. No podemos quedarnos nosotros solos, no podemos quedarnos aislados".
 
 
 
"Jesús no tiene casa porque su casa es la gente; somos nosotros. Su misión es abrir a todos las puertas de Dios, ser la presencia amorosa de Dios".
 
 
 
"Su unción es para los pobres, para los cautivos, para los enfermos, para los que están tristes y solos. La unción no es para perfumarnos a nosotros mismos, ni mucho menos para que la guardemos en un frasco, ya que se pondría rancio el aceite... y amargo el corazón".
 
 
 
"Al buen sacerdote se lo reconoce por cómo anda ungido su pueblo".

 
 
"Todos conocemos la diferencia: el intermediario y el gestor «ya tienen su paga», y puesto que no ponen en juego la propia piel ni el corazón, tampoco reciben un agradecimiento afectuoso que nace del corazón. De aquí proviene precisamente la insatisfacción de algunos, que terminan tristes y convertidos en una especie de coleccionistas de antigüedades o bien de novedades, en vez de ser pastores con «olor a oveja», pastores en medio de su rebaño, y pescadores de hombres".
 
 
 
“No dejen que les roben la esperanza. Siempre adelante con esperanza”.
 
 
 
"La Cruz de Jesús es la Palabra con la que Dios ha respondido al mal del mundo. A veces nos parece que Dios no responde al mal, que permanece en silencio. En realidad Dios ha hablado, ha respondido, y su respuesta es la Cruz de Cristo: una palabra que es amor, misericordia, perdón. Y también juicio: Dios nos juzga amándonos. Si acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo me condeno, no por él, sino por mí mismo, porque Dios no condena, Él sólo ama y salva".
 
 
 
"Somos como los apóstoles del Evangelio: muchas veces preferimos mantener nuestras seguridades, pararnos ante una tumba, pensando en el difunto, que en definitiva sólo vive en el recuerdo de la historia, como los grandes personajes del pasado. Tenemos miedo de las sorpresas de Dios; Él nos sorprende siempre".
 
 
 
"El amor de Dios puede transformar nuestras vidas y hacer florecer esas zonas de desierto que hay en nuestro corazón".
 
 
 
"Paz a todo el mundo, aún tan dividido por la codicia de quienes buscan fáciles ganancias, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y la familia,egoísmo que continúa la trata de personas... !la esclavitud más extendida en el siglo XXI. La trata de personas es la esclavitud más extendida del siglo XXI! Un mundo desgarrado por la violencia ligada al tráfico de drogas y la explotación inicua de los recursos naturales. Paz a esta Tierra nuestra".
 
 
 
"Cristo ha vencido el mal de modo pleno y definitivo, pero nos corresponde a nosotros, a los hombres de todos los tiempos, acoger esta victoria en nuestra vida y en las realidades concretas de la historia y de la sociedad".
 
 
 
"En las profesiones de fe del Nuevo Testamento, como testigos de la Resurrección vienen recordados sólo los hombres, los Apóstoles, pero no las mujeres. Esto se debe a que, de acuerdo con la Ley judaica de aquel tiempo, las mujeres y los niños no podían dar un testimonio fiable, creíble. En los Evangelios, sin embargo, las mujeres tienen un papel primordial, fundamental. Aquí podemos ver un elemento a favor de la historicidad de la Resurrección: si se tratara de un hecho inventado, en el contexto de aquel tiempo no hubiera estado relacionado con testimonio de las mujeres. Los evangelistas, en cambio, se limitan simplemente a narrar lo que sucedió: las mujeres son los primeros testigos".
 
 
 
"Esto nos hace reflexionar también sobre cómo las mujeres, en la Iglesia y en el camino de la fe, han tenido y siguen teniendo aún hoy un papel especial en abrir las puertas al Señor, en seguirlo y en comunicar su Rostro, porque la mirada de fe necesita siempre la mirada sencilla y profunda del amor. A los Apóstoles y a los discípulos les cuesta más creer, a las mujeres no. Pedro corre al sepulcro, pero se detiene ante la tumba vacía; Tomás debe tocar con sus manos las heridas del cuerpo de Jesús. También en nuestro camino de fe es importante saber y percibir que Dios nos ama, no tener miedo de amarlo: la fe se profesa con la boca y con el corazón, con las palabras y con el amor".
 
 
 
"Él siempre nos espera. Nos ama. Nos ha perdonado con su sangre y nos perdona cada vez que vamos a Él a pedirle perdón. Tengamos confianza en su Misericordia".
 
 
 
"Cuántas propuestas mundanas sentimos a nuestro alrededor. Dejémonos sin embargo aferrar por la propuesta de Dios, la suya es una caricia de amor. Para Dios no somos números, somos importantes, es más somos lo más importante que tiene; aun siendo pecadores, somos lo que más le importa".
 
 
 
"Éste es el estilo de Dios: no es impaciente como nosotros, que frecuentemente queremos todo y enseguida, también con las personas. Dios es paciente con nosotros porque nos ama, y quien ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no corta los puentes, sabe perdonar. Recordémoslo en nuestra vida de cristianos: Dios nos espera siempre, aun cuando nos hayamos alejado. Él no está nunca lejos, y si volvemos a Él, está preparado para abrazarnos".
 
 
 
"A mí me produce siempre una gran impresión releer la parábola del Padre misericordioso, me impresiona porque me infunde siempre una gran esperanza. Dios siempre nos espera, no se cansa. Jesús nos muestra esta paciencia misericordiosa de Dios para que recobremos la confianza, la esperanza, siempre".
 
 
 
“Sentimos cerca de nosotros también a todos aquellos hombres y mujeres que, sin reconocerse en tradición religiosa alguna, buscan la verdad, la bondad y la belleza; esta verdad, bondad y belleza de Dios, y que son nuestros aliados inapreciables en el compromiso para defender la dignidad del ser humano, en la construcción de una convivencia pacífica entre los pueblos y en la custodia amorosa de la creación”.
 
 
 
"En mi vida personal, he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto también en muchas personas la determinación de entrar en las llagas de Jesús, diciéndole: Señor estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre. Y he visto siempre que Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado, lavado, amado".